Weezer editó en 1996, su segundo trabajo discográfico, Pinkerton, después del tremendo éxito del Álbum Azul dos años atrás. Las expectativas eran enormes, y el disco no funcionó, pero tiene su explicación. Rivers Cuomo es el típico chico de Highschool al que le inflaron a collejas, pero que escondía un enorme talento. Sufría un problema en una rodilla, y mucha de la pasta ganada la utiliza para corregir ese defecto físico, trasladándose a Boston durante un año y medio largo, donde no se relaciona con nadie. Allí, en ese apartamento bostoniano, y tocando sólo unos trastes, porque su maltrecha rodilla operada no le permitía ni levantarse, surgieron los diez temas de un disco corto en duración, pero que con el paso del tiempo ha sido revalorizado. Un disco de producción cruda y sin adornos.
Este trabajo iba encaminado a ser una ópera rock en su inicio, pero las letras iban hacia un carácter confesional, y su título está inspirado en el antagonista de Madame Butterfly, que termina destruyendo todo lo que ama, concepto más acorde para los textos que abordan las desilusiones amorosas y frustraciones sexuales de Rivers Cuomo, dejando claro que la vida de Rockstar le había superado con creces y no era lo que se creía.
Pink Triangle es una historia de amor no correspondido con una chica lesbiana, o al menos eso fue lo que pensó Mr. Cuomo, al ver a esta chica de la universidad con el triángulo rosado en su mochila (símbolo conocido por la comunidad gay que recuerda el exterminio de homosexuales durante el nazismo), canción de comienzo tranquilo que se vuelve muy intensa y rockera en su desarrollo y que fue un single sin repercusión alguna, como el disco.
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