Neil Young - A Letter home (2014)

De todos es sabido la doble faceta, por decir a grandes rasgos, en la que se maneja Neil Percival Young, por un lado esa eléctrica, de capas y capas de guitarras y temazos rockeros con sus entrañables compañeros de viaje, los Crazy Horse, y por otro el sensible y acústico de los discos que firma en solitario con su nombre, como por ejemplo Harvest, Haverst Moon, o en plan más experimental Le Noise, sin ir más lejos. También fue transgesor con Trans, This note's for you, con diferentes resultados, e incluso en aquel disco de rockabilly "Everybody's rockin'" que a mi personalmente me chifla, son en defnitiva los múltiples tentáculos de este monstruo, que ahora se nos descuelga con un disco de versiones grabado analógicamente y a la antígua en los estudios de Jack White, y editado por Third Man Records, el sello del ex-White Stripe, después de que en 2012 sacara un disco de temas tradicionales arreglados junto a sus Caballo Loco y editara también con ellos esa maravilla que es Psychedelic Pill y durante 2013 diera buena cuenta de ellos en una gira mundial, que un servidor pudo ver en Biarritz (Francia) y que no se me olvidará jamás. Sorpresivamente el disco se editó el 19 de abril, dentro del Record Store Day.

A Letter Home, fue grabado íntegramente en una cabina Voice-O-Graph de finales de los años 40, de esas en las que familias de soldados estacionados en la Segunda Guerra Mundial acostumbraban a grabar mensajes de voz en vinilos casi descartables que se enviaban al frente de batalla. Jack White... ese genio, rescató una de ellas (posteriormente usadas como atracción turística) y la instaló en las oficinas de Third Man Records, y así se ideó que Neil Young grabara directamente una carta a su casa.

Las versiones contenidas en el artefacto no tienen pérdida ninguna, en este álbum coexisten una serie de influencias y digamos placeres que le ha apetecido al canadiense juntar en una misma grabación, como clásicos del Ryhtym and blues como Since I met you baby de Ivory Joe Hunter o la joya country de Wille Nelson On the road again, y Crazy, o con temas de su coetáneo Bob Dylan, ese Girl from the north country, más contemporáneos como el My hometown de Bruce Springsteen además del If you colud read my mind de Gordon Lightfoot, del que también hace Early morning rain. Para rematar el cuadro también aparecen covers de el genio oculto de Bert Jansch y ese Needle of death impactante, Tim Hardin y su Reason to believe, Phil Ocs con Changes o incluso los Everly Brothers con I Wonder If I Care As Much.

El asunto está en como suena el disco y como conviven estos temas y la verdad es que el resultado a mi me ha encantado, ya que Tío Neil se hace acompañar sólo de su guitarra acústica y su armónica, y la sensación es de nostalgia y realmente conmovedor, ya que a la peculiaridad del modo de grabación, los movimientos del propio Young al grabar hacen que a veces se salga de plano y el micrófono vibre lo que provoca que a veces suene como desafinado, pero eso precisamente le da todavía más enjundia al trabajo, que seguramente fue casi provocado al utilizar estos medios. Ese sonido de vinilo peremne en la grabación, hace como si tuviésemos la sensación de intimidad que el propio músico tuvo al grabar los temas, por eso este disco es casi como un regalo para todos, que probablemente muchos artistas se guardan como un reto personal y no lo publican, así que debemos sentirnos afortunados de que haya salido a la luz.

De hecho, Neil opta por comenzar el disco con una bella (y algo surrealista) carta a su propia madre, dándonos a entender que este álbum lejos está de buscar cierta ambición comercial o suceso crítico, es un capricho, otro paso más en la carrera del mito, un genio, un grande que ha sabido envejecer como ninguno, y francamente de su generación en la actualidad nadie le tose.

  

Os dejo con el Needle of death, que es el vídeo que ha salido, dónde Young acompaña con su silbido la melodía del tema hecha con su guitarra.