Este año que ya va por el quinto mes, está siendo curioso en cuanto a los discos que han ido saliendo, hay buenos trabajos, otros no tanto, pero realmente no ha habido discos enteros que me hayan hecho exclamar ¡qué bueno! Eso me ha pasado con el reciéntemente editado el 13 de mayo, el undécimo álbum de la banda de Akron, Ohio, The Black Keys, ese Dropout Boogie del que he ido poniendo sus singles de adelanto, y que una vez escuchado el disco me parece de muy buen nivel. Ya en 2019 con Let's rock volvieron a un buen nivel, y con este trabajo vuelven a ponerse muy arriba.
Además se anuncia gira con Band of Horses como invitados especiales y también Ceramic Animal, Early James o The Velveteers. Después de su disco de versiones de blues del año pasado vuelven con diez temas nuevos y a tenor del primer single Wild child con muy buen nivel y cuyo vídeo ha sido dirigido por Bryan Schlam. El trabajo cuenta con colaboraciones de Billy F. Gibbons (ZZ Top), Greg Cartwright (Reigning Sound) o Angelo Petraglia.
Comienza el disco con ese Wild child, una pieza directa, redonda, y con un ritmo y una pegada realmente brutales, muy marchoso que en cierta manera me parece un single parecido a Lonely boy, muy bailable y pinchable. It ain't over es un medio tiempo de excelente factura, con aire soul que se acelera en el puente y estribillo. For the love of money es un rock de muy buen ritmo donde la guitarra bluesera de Dan Auerbach destaca y mucho. Your team is looking good comienza con los tambores de Patrick Carney hasta que viene la guitarra de Auerbach e imprimen ambos un ritmo tremendo, en el que se despacha un rock de gran factura con estribillo coreable, además del solo de guitarra endiablado bluesero. Good love es la canción donde colabora Billy Gibbons, un tema de aire muy bluesero recordando a su banda ZZ Top en algún momento, pero donde se une al estilo de los chicos de Akron, absoluta delicia de rock y blues con duelo de guitarras.
How long ralentiza el ritmo que hasta ahora era muy elevado, se trata de un medio tiempo de factura ligera y algo etérea, buen contrapunto en este momento del disco. Burn the damn thing down vuelve con rock y blues potente, gran ritmo en una canción deudora de clásicos y aroma vintage. Happiness empieza muy bluesera con la guitarra, para luego tener un interesante ritmo, puente y estribillo coreable, otro gran tema. Baby, I'm coming home tiene otro comienzo atronador y rockero y con un Dan Auerbach que canta de lujo, otro gran tema de puente y estribillo tremendos. Didn't I love you con onda bluesera desde el inicio, es otro tema de factura impecable que remata el trabajo en todo lo alto con ese estribillo coreable.
Os dejo con Wild child interpretada en vivo en el show de Jimmy Kimmel.
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