domingo, 21 de diciembre de 2014

Kaiser Chiefs - Education, Education, Education & War (2014)


La sensación de los últimos años, pongamos 10-12 años, de la música británica es un tanto dispersa, por un lado hay grandes grupos como Franz Ferdinand y Arctic Monkeys que siguen demostrando disco a disco que lo suyo no era flor de un día y han mantenido el tipo e incluso realizan discazos a día de hoy. En 2005 aparecieron Kaiser Chiefs, con un primer disco rompedor, lleno de temazos, mucha energía y letras que llamaban la atención y con dirección aparente al público adolescente. Su segundo álbum mantuvo el nivel, pero el bajoncillo vino en el tercero, intentado recuperarse en el anterior The future is medieval. Editaron el recopilatorio de singles Souvenir y hace justo dos años el batería Nick Hodgson abandonó el grupo, cosa que quizás en otras bandas pueda no tener una importancia suprema, pero aquí era uno de los principales compositores, por lo que se creaba un cisma en el grupo, que no se sabía como saldría adelante. Pues, para sorpresa de muchos, es un gran disco, o por lo menos a mi así me lo parece, con una formación que ha recuperado brío y un disco con 10 temas realmente variados y sugerentes. No van a salvar el rock británico, pero van a hacerlo menos lánguido y ñoño.
El trabajo vino precedido de polémica y no precisamente por el tema musical, sino por la portada del disco, ya que una empresa que construye fragmentos de bicicletas acusó a la banda de plagio, al robarles dicho logotipo de la misma, Sturmey Archer, para la portada del álbum. Por ello dicha empresa los ha rebautizado como "Kaiser Thiefs".
Desde el grupo aseguran que la portada "homenajea" a los embalajes de la fábrica, además de que según ellos las letras del disco son una mirada al pasado de Gran Bretaña, incluyendo un homenaje al legado de Sturmey Archer mediante el uso de su diseño, sin intención de molestarlos.




Sea como fuere, y centrándonos en el tema musical que es lo que me interesa, vuelven a su esencia con temas enérgicos muy bien acabados que por momentos rozan el punk, y baladas muy buenas que para mi dan en el clavo y con un Ricky Wilson (cantante de la banda) que a pesar de pasarse a jurado de The Voice (cosa por la que aquí sería ultrajado) mantiene una voz espléndida.
Comienza el álbum con The Factory gates, canción cuyo sonido de gaviotas inicial precede a la entrada chirriante de teclados (muy presentes de siempre en el sonido del grupo) guitarra y sección rítmica con esa voz de Ricky mandando, tema potente que deja claro que este no es un disco más. Coming home fue la balada elegida como primer single, bajo mi punto de vista un temazo de cabo a rabo, con una preciosa melodía que se te va metiendo poco a poco hasta conquistarte y unos acertados cambios de ritmo, además del estribillo tremendo. Misery company vuelve al rock humeante que tan bien se le da a esta banda cuando lo hacen bien, gran tema (que para mi debería ser single en algún momento) con cambios brutales y una onda pelín oscura muy agradable. Ruffians on parade con una entrada atropellada de la batería y esa guitarra que describe la melodía nos introduce en una canción muy llamativa de cambios constantes y muy potente. Meanwhile up in heaven es el baladón en mayúsculas del disco, para mi una melodía tremenda con el teclado constante que se te mete en la cabeza y no se va, de esos singles cantables una y otra vez. One more last song recupera brío, fuerza y garra con gran acierto, otro pepinazo en la mejor onda de la banda. My life es un medio tiempo fantástico, otro single rotundo, de los que gana muchísimo con las escuchas y ya no lo puedes soltar con ese estribillo tan tarareable y un sólo de guitarra muy bueno. Bows and arrows recupera esa lado oscuro que tanto me gusta cuando ellos lo practican, con una melodía potente y unos cambios acertadísimos y un muy destacable trabajo a las baquetas del nuevo batería Vijay Mistry. Cannons es el tema más largo del álbum (cuando hasta este momento los temas están en su justa duración) y dónde aparece la letra del título del álbum que hace referencia a un discurso sobre educación de Tony Blair, un buen tema algo barroco con una última parte que para mi sobra. Roses acaba el ábum, una balada tierna como acertado y correcto final.




Me congratula la recuperación de un grupo, al que pensaba perdido, pero que afortunadamente ha superado con nota la fuga de uno de sus activos, con un álbum que desde luego pasa a engrosar la lista de buenos discos de este año y de los mejores del grupo.

Este texto fue escrito por mi para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con el tema Ruffians on parade en vivo.

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