Como llevo diciendo desde principios de año, Ron Gallo, el artista norteamericano afincado en Nashville, Tennessee (de regreso ya por la Philadephia que le crió) , Tennessee, ha editado el pasado 3 de marzo su nuevo álbum que lleva por título Foreground music. Un disco donde el músico grita a las constructoras que convierten los vecindarios en anodinos anuncios de AirBnB, a los mandamases corporativos que deciden cuanto cuesta la música, y a los extremistas empeñados en provocar un apocalipsis de destrucción racial y civil. En definitiva se enfrenta de alguna forma a los villanos de nuestra sociedad e intenta ayudar a los aplastados por ellos, siempre con un toque de humor y riéndose de lo absurdo que es todo. Estará de gira por España en mayo presentando este álbum.
El tema que daba titulo al disco salió como single hace unos cuatro meses, en onda garagera y con un divertido vídeo, es muy disfrutable. Luego tuvimos otro adelanto titulado At least I'm dancing, una divertida pieza que mezcla estilos, tiene cambios de ritmo tremendos y con muchos detalles.
También hablé de Big truck energy, un buen medio tiempo donde el artista nos muestra que es capaz de tener varios registros manteniendo la calidad. El otro día le tocó al tema que cierra el disco titulado I love someone buried deep inside of you, un medio tiempo en onda tranquila, que es una delicia, y que hace poco ha interpretado con su banda en vivo. También hablé del que lo abre, Entitled man, donde Gallo saca el lado más rockero y me recuerda mucho a el estilo de sus comienzos. También hablé del tema Vanity march, un medio tiempo con un cambio espectacular para luego desarrollar el puente y el estribillo, locura de canción con coros deliciosos. Y ahora hablo de Anything but this, colocada en penúltimo lugar, una canción de onda garage-rock realmente abrasiva.
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