La banda de Birmingham Black Sabbath, o lo que quedaba de ellos en 1983, editaron Born again, después de haber echado a Ozzy Osbourne y tener a Ronnie James Dio como solista, Tony Iommi y Geezer Butler, que eran el núcleo duro que quedaba del grupo, deciden reclutar a Ian Gillan (ex-Deep Purple) como cantante para su nuevo proyecto, aunque obligados por la discográfica deben poner como nombre del grupo Black Sabbath. Pero este undécimo disco de estudio tendrá cosas distintas y una evolución grande, ya que la influencia de Gillan en el sonido del grupo se hará patente en muchos cortes, por lo que aquí se produce una mezcla del sonido de Deep Purple con el de Black Sabbath. Los puristas en su día no veían bien la mezcla de este disco, pero los seguidores del grupo si, que convirtieron el disco en un éxito de ventas. Born again también supuso el regreso al estudio del batería original Bill Ward, restablecido (o eso decía) de sus adicciones y problemas psicológicos, pero eso sí, no estaba dispuesto a salir de gira, para evitar supongo las tentaciones fuertes en la carretera que su carácter débil no soportaría. Es por esto, que en los clips que rodaron de algunos singles el que sale a la batería es Bev Bevan, que hizo la gira. Por su parte Gillan hizo el disco, la gira y volvió con Deep Purple que regresarían al año siguiente con Perfect strangers. La portada del disco era de Steve Joule, que desde luego no pasa desapercibida.
Trashed fue uno de los singles, un auténtico pepinazo, rápida en ritmo y realmente electrizante y cuyo vídeo es fantástico.
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