Talking Heads habían alcanzado su cumbre de la experimentación con Remain in light de 1980, a partir de ahí la banda está parada dos años, incluso hay dos miembros, la bajista Tina Weymouth y el batería Chris Frantz que montan su proyecto Tom Tom Club. Pero en 1983, con su quinto álbum de estudio, harían la que probablemente sea su obra más entendible, y a la vez su gran legado, Speaking in tongues. Aquí ya no está Brian Eno a la producción y el grupo se autoproduce el disco, mientras David Byrne había estado dejándose empapar por las músicas del mundo. El resultado es un trabajo muy alegre, fresco, y bastante menos complicado sonoramente al oído.
Burning down the house abría el trabajo y fue uno de sus singles, una canción simplemente fantástica con un ritmo groove bestial y ese funky de base, una canción que según se sabe fue una improvisación y cuya letra se cambió hasta encajar con la música. Se me viene a la cabeza la versión de Tom Jones junto a The Cardigans, de 1999, por lo que se puede llegar a ver lo que ha influido este grupo a muchos músicos.
Os dejo con el tema y vídeo de Burning down the house.
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