domingo, 1 de febrero de 2015

The Beach Boys - Pet Sounds (1966)


The Beach Boys, desde mi punto de vista, es una de las formaciones más alucinantes de la historia de la música, uno de los mejores grupos en armonías y voces, de hecho el álbum del que hablo hoy, Pet Sounds, su úndecimo trabajo de estudio (parece increíble que desde 1962 llevaran tantos, pero eran muy productivos) es sin lugar a la duda, uno de los álbumes más influyentes de la historia del pop-rock.
La grabación tuvo lugar durante cuatro meses en los principales estudios de Los Ángeles, los Gold Star Studios, United Western Recorders y Sunset Sound. Y hablamos de un disco que en su trayectoria es un punto de inflexión, y supone un antes y un después, porque todo cambia a partir de este trabajo.
Brian Wilson estaba obsesionado con ponerse al nivel de los Beatles y este sería la respuesta suya desde el otro lado del charco, al Rubber Soul, un disco que para el cabeza huevo de Wilson era insuperable (y no se equivocaba, era y es el mejor disco de pop de la historia). Por contra los Beatles, que seguían con atención todo lo que hacían los chicos de la playa, fliparon con la producción de Pet Sounds, parecida al muro de sonido de Phil Spector, pero aquí hay una clara diferenciación, y es que la mezcla de multitud de sonidos con las voces, daba una profundidad tremenda a los temas.
Lo que diferencia esta obra de otras, son los elementos orquestales y psicodélicos, lo que produjo que por otro lado influyeran a los Beatles para currarse su respuesta sideral en esa onda... nada más y nada menos que Sgt.Peppers... esos ruiditos de timbres de bicicleta, ladridos de perro... Tampoco nos olvidemos del flipamiento de Mr.Wilson en esa época con diferentes sustancias... todo ayudó, ya que él es el mayor compositor del trabajo.


El disco comienza con Wouldn't it be nice, que deja claro que en este disco hay un cambio, tema alegre donde los haya, esta sinfonía de apertura tendrá dos características que serán constantes en todo el disco, es decir, enormes y preciosas armonías vocales y esa reducida orquesta que acompaña cada tema. You still believe in me, es una pura delicia vocal (aquí sólo canta Brian) con ese coro armonizado y sin haber batería, una pandereta lleva el ritmo. That's not me va en la misma onda con un refuerzo vocal destacado, dejando claro que en este grupo es un instrumento más, cosa que pocos grupos han sabido utilizar hasta esos extremos. Don't talk (Put your head on my shoulder) es más lenta y tristona, diría que melancólica con unos arreglos de cuerda que lo convierten casi en pop dulce barroco. I'm waiting for the day cambia el tono, se vuelve festivo, circense con ese órgano agudo y la gran presentación, pero además aquí vuelven los coros angelicales que se habían ido en la anterior canción, es como estar en un jardín de las delicias, cuanta grandeza. Let's go away for awhile es una pieza instrumental, contrapunto adecuado de sonoridades conjuntadas con lo precedido.
Llegamos a una parte del disco que son palabras mayores, dos temas obras maestras en si mismas, Sloop John B, pura delicia pop, con esos timbres míticos, los coros descomunales, los cambios de ritmo y de voces, esto es el olimpo de los dioses. Y por si fuera poco, a continuación, la joya entre las joyas, el repóquer de la baraja, ese God only knows que ya desde el principio con ese inicio orquestal te deja claro que estamos ante algo genial, la entrada de la voz de Carl (¡¡¡como cantaba el hermano!!!), esa manera de cantar... carne de gallina amigos y amigas y esa melodía... PURA PERFECCIÓN POP.
Es difícil seguir con el disco después de este dueto, pero cuidado, no se han acabado las pepitas, así les sucede I know there's is an answer otra maravilla pop, donde Brian se sale a la voz, los detalles que acompañan son gloriosos (ese matasuegras es tremendo) como esa orquesta permanente y los cambios preciosos. Here today (cantada por Mike) es otra pasada, vocalmente dominante y de bonita melodía. I just wasn't made for these times es casi un experimento ya que suena el electro-theremin, instrumento tocado por su inventor, Paul Tanner y percusiones variadas que se unen a la batería de Hal Blaine, gloriosa. Pet Sounds es la canción que da título al disco, instrumental de Brian en plan casi bossanova. Caroline, no es una pieza maravillosa, enorme epílogo que nos va anunciando que queda poco y esto se acaba, baladón entre baladones, donde Brian canta simple y llanamente como un eunuco. Realmente en el vinilo es la última canción, pero en la edición de cd que yo poseo, hay 3 temas extra que son Unreleased backgrounds un ensayo vocal precioso, Hang on to your ego, una tremenda pieza, alegre, saltarina y con la orquesta y el teclado muy presente, y por último Trombone Dixie, otra canción orquestal, casi de banda sonora de pasacalles instrumental que cierra el disco.



El otro día lo comentaba con dos estupendos amigos blogeros (Javier de Gregorio y Gonzalo Aróstegui) a quienes dedico esta entrada, y coincidíamos en que este álbum es tan maravilloso, que a veces no lo escuchas por miedo a rayarlo, estropearlo, es tan delicado, tan estratosférico, tiene tantos detalles que oír (recomiendo su escucha intensa con cascos) que da la impresión... de que el pop más grande se lo repartían entre los Fab Four y estos Chicos de la Playa.
Esta entrada fue escrita por mi para Exile Subterranean Homesick Magazine y ahora reposa en mi espacio.

Os dejo con el vídeo de Wouldn't it be nice.


4 comentarios:

  1. Palabras mayores amigo Savoy, estamos ante una de las OBRAS MAESTRAS más iluminadas que se han parido en la música, un PUTO CLÁSICO INMORTAL.

    Estoy contigo cuando comentas eso de no escucharlo demasiado, el no querer quemarlo aunque te lo pida desde el primer al último segundo.

    Muy buena entrada, a la altura del álbum comentado.

    Saludos

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    1. PUPILO DILATADO: Pues si amigo, este disco es de esos que están en el olimpo de los dioses de la música por derecho propio y nunca se bajará de ahí, y como bien dices es un clásico inmortal.
      Es que es un álbum que hay que oír con cuidado, no vaya a ser que lo rayemos.
      Gracias Pupilo.

      Saludos truferos.

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  2. Sin duda un discazo impresionante, el mejor a mi gusto de los Beach Boys, un grupo que yo no tengo tanto como tú o Gonzalo en un altar pero que los reconozco entre los grandes. Brazzzzzo.

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    1. Johnny J.J.: Para mi una obra cumbre de los 60 sin duda alguna, un grupo que para mi vocalmente no ha sido superado, y si, yo los tengo en un altar.

      Brazzzzos.

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