Tame Impala, la banda comandada por Kevin Parker, un tipo solitario de la ciudad australiana de Perth, editó en 2010 su primer y excelente trabajo "Innerspeaker", y en 2012 vino su continuación titulado "Lonerism" y ¡¡¡qué continuación!!! Syd Barret, los Beatles del Revolver en adelante y algunos artistas más de esa mitad de los 60 estarían orgullosos de estos australianos, porque ese legado lo han llevado a la máxima expresión y con una alta calidad. Aquí hay un giro en interminables círculos de mil colores, invita a un viaje lisérgico duradero y reparte diamantes en un azul infinito.
A Mr. Parker no le parecía suficiente todo lo que hizo en su primer trabajo, quizás se quedaba corto aquello de la simpleza de sacar un cable de un amplificador, pegarlo a una guitarra o a un bajo y modelar el sonido con sus pedales, eso si componiendo por medio piezas bellísimas, sino que hacía falta elevar a la enésima potencia el cacharreo, los sintetizadores y los multiefectos manteniendo, e incluso superando por momentos, las ya excelentes composiciones.
La mezcla de retro y digital, les hace muy especiales porque su verdadera virtud es actualizar de manera gloriosa un sonido clásico, y eso le confiere a esta disco la categoría de referente.
Pero ante todo, cuando escuchas este álbum nos encontramos con temas y texturas sonoras que te hacen flotar, dar vueltas y viajar a un mundo de ondas y colores, que en determinados pasajes provoca orgasmos musicales.
Empieza la joya con Be above it, con ese inicio brusco y con voces repetitivas que se va abriendo paso con los efectos, los sintetizadores y como no, con la voz de Kevin Parker, entonces podríamos decir que es la mejor manera de abrir un disco, un collage sonoro lleno de delays inversos y fantasía estereofónica para decirte que a partir de aquí, de esta primera piedra de toque, vas a flipar. Y viene Endors Toi y flipas, es cuando te agarra por la solapa y te dice... vas a volar y a alucinar en colores, y se inicia el viaje entre guitarras, sintetizadores y multiefectos, y esa batería que lleva el ritmo de manera maravillosa, con unos cambios de ritmo preciosos, todo tan bien envuelto y empaquetado. Apocalypse dreams con ese piano medio destartalado del principio y la voz de Kevin es un inicio sideral, para luego convertirse en un estallido instrumental maravilloso que tiene sus altos y bajos pero estás tan metido en su melodía que sólo puedes disfrutar. Mind Mischief es de esos temas que te enamora desde la primera nota (como una chica con la que tienes un flechazo a primera vista) ya que embelesa, engancha, atrapa y te lleva dulcemente en un viaje psicodélico por quien sabe dónde, pero viajas, ¡¡¡leches que si viajas!!! con una preciosa melodía que te mece durante cuatro minutos y medio, y nunca quieres que se acabe. Music to walk home by con esos ruiditos del inicio, son el previo para que arranque un tema dominado por los sintetizadores y los efectos, es un tema para regocijarse en la delicia sonora que tiene el trabajo. Why won't they talk to me? es un climax dentro del disco con un inicio sin hacer ruido, para que se abra la melodía y volvamos a viajar, y es que cuando la canción coge definitivamente ritmo, el disfrute es absoluto, estás en la gloria con esos muy destacables coros y voces dobles, y una batería espectacular llevando el ritmo, además de una letra donde se lame las heridas de la soledad. Por si fuera poco Feels like we only go backwards, una obra maestra de canción en si misma que ya empieza con el estribillo, es donde Kevin aúna pop y psicodelia con toques soul, de manera maravillosa (influencia lennoniana), para que ya definitivamente este disco pase a engrosar una parte muy alta dentro de la historia de la música. Keep on lying es otra joya, un tema que vuelve una y otra vez sobre si misma, que te engancha de manera brutal y que es rematada con una apoteosis final de solos de guitarra y efectos distorsionados, en definitiva un orgasmo musical. Elephant es el single del álbum, un tema de glam trotón, un festival de requiebros, sintetizadores analógicos, guitarras laberínticas, contras y coros sorprendentes. She just won't believe me es un tema que no llega al minuto, la transición perfecta de sintetizadores hacia el final del álbum. Nothing that has happened so far has been anything we could control es una pieza crepuscular de infinita belleza, como si estuviéramos llegando al final del viaje con unos toques a Pink Floyd claros en esas voces intercaladas en ciertas fases del tema. Sun's coming up remata el disco con ese piano circense, las voces (muy estilo Syd Barret) al inicio, y en definitiva el tema más vocal del álbum que con su final psicodélico y lleno de efectos termina el álbum de manera muy adecuada.
En definitiva, Lonerism es pura imaginación musical al servicio de la sorpresa, un álbum especial, sobresaliente en casi todos los sentidos, que prácticamente nunca baja la guardia, y que coloca a Kevin Parker como el gran revitalizador del rock psicodélico, el trabajo de un alquimista privilegiado que invita a un sueño imperecedero.
Os dejo con el tema Why won't they talk to me?
'Lonerism' es un disco cuyo sonido es bello. Y con eso ya se dice todo :)
ResponderEliminarVíctor Hugo: No sólo es que sea bello, es que además tiene multitud de matices, te hace volar, soñar... es increíble.
EliminarSaludos.