Y salió a escena Nick Cave con sus Bad Seeds, con su traje con corbata (que acabó quitándose) el artista australiano afincado en Brighton venía a presentar su último y buen trabajo Wild God. Justo este año se cumplen 40 años de que editaran su primer álbum y este concierto fue, aparte de presentar su nuevo disco, un repaso a una carrera discográfica realmente buena, con trabajos muy importantes. Pero un concierto de este músico con su banda no es uno al uso, sucede que se produce una catarsis emocional donde el predicador australiano hace su propio speech y roga a su Dios para que el dolor no nos mate. Durante muchos años se le presentaba como un crooner punk y maldito, pero la música que hace actualmente (vamos a decir desde hace ya más de diez años) es tan personal que pocas referencias hay a las que agarrarse, ya que hay momentos góspel, hay rock, hay pop a su manera, muchos estilos confluyen. Y es cierto eso que dicen, de que a un concierto de este hombre se entra de una manera y se sale de otra, y cierto es, asistes a algo muy diferente, absolutamente intenso y que dos horas y media después no te deja indiferente.
Este blog es sobre todo musical, basado en mis gustos y en los conciertos a los que puedo asistir. También hay gotas de humor.
domingo, 27 de octubre de 2024
Concierto Nick Cave & The Bad Seeds, Madrid, Wizink Center, 25-10-2024.
Este pasado viernes recalaba en Madrid la gira de Nick Cave & The Bad Seeds, titulada The Wild God Tour y que está recorriendo media Europa en septiembre y octubre presentando su nuevo álbum de este año Wild God. De teloneros estuvieron The Murder Capital, banda irlandesa que tienen dos discos en el mercado y cuyo estilo post-punk me llamó la atención de manera positiva. Tocaron temas de ambos discos como Love, love, love, Don't cling to life o Slowdance I y II de su primer disco When I have fears de 2019 y de su último disco del año pasado titulado Gigi's Recovery cayeron The stars will leave their stage o Ethel. Un sonido compacto, y una banda que supo estar a la altura.
Wild God fue repasado y bien, cayó casi entero, sonaron Frogs (muy épica), Wild God, tema emblema del trabajo y donde ese dios salvaje recorre el mundo en busca de una chica y de más cosas, Song of the lake (más atmosférica), Long dark night, Cinnamon horses, Conversion (me encantó), Joy, Final rescue attempt y ese tema O Wow O Wow (How wonderful she is) dedicado a Anita Lane, fallecida hace tres años que fue pareja sentimental y creativa de Cave y miembro fundacional de The Bad Seeds, repitiendo una y otra vez lo maravillosa que fue y en donde aparece la voz de ella durante una grabación telefónica con imágenes de ella en pantalla.
De su gran y extensa carrera cayeron auténticos clásicos como From her to Eternity de 1984 de su primer álbum, tema salvaje que recuerda su época berlinesa, Tupelo de 1985 dedicada al Rey (Elvis Presley) como él mismo dijo, ya que durante un tiempo él quiso ser algo así como un Elvis postmoderno, O children, una canción compuesta hace unos veinte años que escribió cuando estaba con sus hijos en un parque y que habla de que tenemos que proteger a nuestros hijos (recordemos que él perdió a su hijo Arthur con 15 años al caerse de un acantilado) de su disco doble Abattoir blues/The Lyre of Orpheus de 2004. Llega un momento culminante para mí, con el tema Jubilee street de su disco Push the sky away de 2013 donde le canta a una chica llamada B, una canción que en el disco va de menos a más y tiene un crescendo brutal, que aquí pasa a una segunda parte de hard rock que acaba de manera espectacular con la banda a pleno rendimiento. Bright horses del anterior disco Ghosteen y I need you de Skeleton tree sonaron como si de un teatro se tratara, temas íntimos con magia melancólica. También cayeron Carnage y White Elephant, del disco hecho solo por él con Warren Ellis en 2021. The Mercy seat de 1988 de aquel Tender prey sonó a gloria bendita y Red right hand de 1994 fue otro momento álgido con el público cantando la melodía. En los bises The weeping song de The good son de 1990 y como cierre la maravillosa Into my arms con Cave solo al piano de 1997.
La banda estaba compuesta por Nick Cave a la voz y piano, Warren Ellis al sintetizador, piano, violin, guitarra y coros, George Vjestica a la guitarra eléctrica y acústica, Thomas Wydler a la batería, Jim Sclavunos al vibráfono, percusiones y coros, Carly Paradis a las teclas, Colin Greenwood al bajo y los cuatro coristas increíbles, tres mujeres y un hombre. 67 años contemplan a Nick Cave, y el concierto que dio este pasado viernes demuestra que está hecho un chaval.
Os dejo con dos temas que pude grabar desde mi posición algo alejada, primero con el Long dark night del último álbum.
Y el cierre con Into my arms.
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