Hoy se cumplen exactamente 41 años de la muerte de Jesús de la Rosa, después del trágico accidente de tráfico que sufrió la tarde del 13 de octubre de 1983 cuando el automóvil en el que viajaba, chocaba de frente contra una furgoneta pocos kilómetros antes de llegar a Burgos, de regreso hacia Madrid, después de actuar con Triana en el velódromo de Anoeta de San Sebastián, en un concierto benéfico a favor de los damnificados por las inundaciones sufridas en el País Vasco. Después del trágico suceso, el grupo desaparece como era lógico, ya que Jesús de la Rosa no sólo era el líder, y la voz y teclado, sino el compositor de la mayoría de los temas.
Triana se hizo leyenda a partir de ahí, pero todo comenzó muchos años antes. Jesús de la Rosa, nacido en 1948 en la Calle Feria de Sevilla, de familia humilde, empieza a trabajar de aprendiz de mecánico, pero en su tiempo libre canta donde puede. En 1967 recala en Nuevos Tiempos, grupo musical fuertemente influido por el rock anglosajón que entra en España gracias a las bases americanas y del que forman parte (entre otros) Gualberto García, Manolo Rosa y Rafael Marinelli. En el repertorio, hay sitio para versiones de The Beatles, Cream o The Doors, con Jesús encargándose de cantar las canciones de estos últimos. Logran grabar un único disco en Barcelona con temas como "Cansado me encontré", "Sitting in my old way of home" o "When I try to find right". Es en esta etapa, donde su habilidad con los teclados comienza a fraguarse. Como curiosidad, Jesús empieza tocando los teclados de Marinelli únicamente con un solo dedo. En Madrid, y en los primeros 70, mientras cumple el servicio militar como soldado gastador, aprovecha cualquier oportunidad para entrar en algún grupo, llegando a probar fortuna con Los Bravos, aunque no tuvo suerte debido a que su “deje” aflamencado no entraba dentro de los cánones comerciales del grupo pop. Dando tumbos y algún palo de ciego entra en Tabaca, una banda formada por el componente de los Payos, Eduardo Rodríguez Rodway, a quien acompañana Emilio Souto y Carlos Attias (bajista de Miguel Ríos). El fugaz aporte de Jesús queda reflejado en el tema "Soy así", ahí empieza a germinar, sin quererlo, el embrión de Triana. Y es en este punto, donde la leyenda nace. Emilio Souto entra en la banda de Moncho Alpuente Desde Santurce a Bilbao Blues Band, por lo que Eduardo y Jesús deciden hacer algo juntos, vuelven a Sevilla y se les unen Juan José Palacios “Tele” y Manuel Molina. Manuel no encaja y forma Lole y Manuel, no sin antes dejar una composición en el primer disco "Todo es de color", que curiosamente triunfó con el dueto, pero no con el trío.
En 1975 se edita el primer disco de Triana, En el patio, un disco mítico, álbum de cabecera para generaciones venideras de amantes del rock andaluz, que brillaría junto a “Hijos del agobio”, segundo trabajo, editado en 1977, donde se les unía Manolo Rosa (Nuevos Tiempos, Alameda) para encargarse del bajo. En 1979, ya curtidos en viajes y conciertos editan "Sombra y luz". De 1980 es el disco "Un encuentro", Un mal sueño de 1981 y "... Llegó el día" de 1983 que a la postre fue el último.
Pero si hay algo que me fascina a mí, y supongo que a mucha gente de Triana, es que en un momento convulso de nuestra historia, nacen ellos, es morir el dictador, se abre la transición y el rock andaluz sacaba su joya más auténtica. Aunque cuidado, el grupo partía del flamenco y lo supo mezclar con el rock de su época, para conseguir una mezcla insuperable, por un lado los elementos armónicos y melódicos del flamenco y del folklore andaluz, por otro con las estructuras y bases musicales del rock, además como no, de su espíritu.
Por momentos Triana recuerda a King Crimson o Pink Floyd mezclados con Paco de Lucía, algo que rompió moldes y no fue entendido por todos.
Pero si había algo que definitivamente hacía únicos a Triana eran las letras muy poéticas de un enorme compositor como Jesús de La Rosa, algo melancólico, si, es cierto, pero de una calidad inmensa.
Jesús de la Rosa y Tele (murió en 2002) reposan juntos en el camposanto de Villaviciosa de Odón, cantante y batería de Triana entre flores, candelas a medio derretir, y recordatorios de frases preciosas para ambos, porque si Jesús era el genio, Tele era la alegría y el espíritu más andaluz del grupo.
En su primer álbum El Patio de 1975 había una canción llamada En el lago, donde mucho de su genial estilo estaba condensado en esos seis minutos y medio, maravilla de tema.
Os dejo con En el lago en una actuación en televisión española.
Grupo legendario español, de los pocos que me gustan. Y mi canción preferida.
ResponderEliminarA ver para cuándo un programa especial Triana.
Un abrazo.
Marybeatle1971: Totalmente, muy grandes. En el lago es una obra maestra absoluta.
EliminarEstamos trabajando en ese programa.
Un abrazo.