Germán Salto venía la noche pasada a presentar su nuevo álbum homónimo, el tercero de su carrera y el primero en castellano. Con una tremenda banda engrasada al máximo formada por el propio Germán a la guitarra y voz (y teclados en la parte final del último tema), Willie B. Planas a los teclados, Pilatti a la batería, Alberto Anaut y Manu Garaizabal a las guitarras, Pablo Solo al bajo, mientras que Iñigo Bregel de Los Estanques colaboró al bajo en un par de temas. Germán sigue cuidado esa excelencia sonora que despacha en sus discos y traslada a sus directos, desde aquel disco del gallo de 2015 con el que nos fascinó por sus influencias Beatles o de los Beach Boys al segundo Far from the echos donde había temas coloridos revestidos de psicodelia bien entendida, en este nuevo álbum las melodías explotan por momentos, sin dejar de cuidar dichas melodías, pero con un aire progresivo que le queda de lujo a las composiciones.
De este último disco pudimos escuchar Solo el tiempo, Nada que hacer, Arder, humo y desaparecer, Cuando no tenías sed, No, Ciudad invierno, Vals final y Solo el tiempo II (con una parte final instrumental realmente impactante en plan progresivo). De sus dos primeros discos cayeron Everything, Home again y Hopefully (primer bis) de Far from the echos y del primer álbum escuchamos Girl (maravillosa como siempre), Til the morning y Between the lines. El single Our lady of the wind la tocó pasada al castellano. De las versiones cayó el No matter what de Badfinger, una muy agradable sorpresa, y como segundo y último bis la versión del Silvio de Bob Dylan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario