El pasado viernes 28 de octubre se editó en todo el mundo la Super Deluxe Edition de Revolver, aquel disco mítico de The Beatles de 1966, ese en el que el rumbo de los Beatles en el estudio cambiará para siempre. Revolver es el séptimo disco y para llegar a él, los 4 de Liverpool han facturado 6 álbumes llenos de rock and roll, enormes versiones y temas suyos excelentes, que digamos están en la denominada primera época, pero que son fundamentales para entender su evolución, acabando dicho tramo con el que posiblemente sea el mejor disco de pop de la historia (incluso con toques ye-yés) el Rubber Soul en 1965. Ya en ese anterior trabajo, George Harrison daba signos de estar poniéndose las botas en el tema de composición (Think for yourself e If I needed someone dan fe de ello) y acercándose lentamente al dúo que dominaba la banda desde sus inicios. Pero es en este disco de 1966, dónde el Beatle tranquilo explota, y lo hace ya a un nivel estratosférico. Es evidente que la línea de Lennon y McCartney sigue ahí arriba, en el olimpo de los dioses, pero a partir de aquí sus temas se diferenciarán mucho entre ambos. Ante todo, este disco denota a unos Beatles psicodélicos, haciendo la mar de experimentos con sonidos raros en el estudio de grabación, desarrollando giros estilísticos que ya serían fundamentales en su propia evolución.
Este no es ya un disco pop sólo, tiene rock ácido, rock psicodélico, hay cuartetos de cuerdas míticos, trompetas fastuosas, y ante todo al mejor grupo de la historia en uno de sus mejores momentos, ya que habían dejado de dar conciertos. Os puedo asegurar que este disco es probablemente el más influyente de los Fab Four, hay muchos temas en este álbum que han servido para montar bandas enteras, no hablo sólo de influencia parcial, sino de bandas o canciones que podrían pasar por réplicas exactas de She said, She Said, Good day sunshine o Got to get you into my life. Los Beatles descubren grabando este disco, que la tecnología les permite doblar voces sin necesidad de grabarlas dos veces. Tampoco ninguno de estos temas fue interpretado en directo.
Llevo ya escuchado bastante de esta extensa edición que ha tenido como jefe a Giles Martin, el hijo George Martin, con la ayuda de Sam Okell. Hay momentos donde se siguen descubriendo cosas, es evidente que si Giles sube instrumentos o voces que estaban más bajas, el concepto en muchas canciones cambia, pero todo estaba ahí, también es interesante escuchar canciones a diferente velocidad, y por supuesto, todas las tomas desechadas, verdadera salsa de estas ediciones. Nunca se ha de olvidar que en estas sesiones de grabación hay temas que no aparecieron en el disco y fueron singles de aquel año.
Hoy me quedo con la toma 5 de la segunda versión de And you bird can sing, donde los coros me tienen volada la cabeza.
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