En 1999, la banda escocesa Travis edita su segundo trabajo, The man who, un disco que les elevaría a la categoría de banda de referencia no sólo en UK (fue número 1 allí), sino también en todo el mundo. Su primer disco tuvo gran acogida, aquel Good feeling, con tintes más rockeros. Aquí se juntaron por primera vez con Nigel Godrich como productor, el grupo se atempera y basa todo en grandes melodías, canciones muy sensibles y con letras melancólicas. Se trata de un trabajo muy especial, y lleno de singles maravillosos que a día de hoy siguen sonando adictivos siempre. Las canciones alcanzan una belleza increíble combinando guitarras eléctricas con toques más acústicos y un lado pop, en los temas a medio tiempo, de mucha clase.
En su día, este cambio no fue muy bien entendido, y la crítica se cebó con ellos, para luego tener que comerse con patatas todo lo dicho, ya que el disco tuvo un éxito brutal.
La formación era (y sigue siendo a día de hoy) Francis Healy a la voz principal y guitarra rítmica, Andy Dunlop a la guitarra solista, Douglas Payne al bajo y segundas voces y Neil Primrose a la batería.
El Britpop había casi desaparecido y estos chicos que empezaron su carrera justo después daban un giro y abrían nuevas vías y caminos, basados en enormes canciones. En concreto este disco me viene siempre a la cabeza como final del verano y comienzo del otoño.
En su día, este cambio no fue muy bien entendido, y la crítica se cebó con ellos, para luego tener que comerse con patatas todo lo dicho, ya que el disco tuvo un éxito brutal.
La formación era (y sigue siendo a día de hoy) Francis Healy a la voz principal y guitarra rítmica, Andy Dunlop a la guitarra solista, Douglas Payne al bajo y segundas voces y Neil Primrose a la batería.
El Britpop había casi desaparecido y estos chicos que empezaron su carrera justo después daban un giro y abrían nuevas vías y caminos, basados en enormes canciones. En concreto este disco me viene siempre a la cabeza como final del verano y comienzo del otoño.
El disco empieza con Writing to reach you con ese riff contínuo de guitarra al que siguen la sección rítmica y la voz de Fran que resulta melosa, agradable y muy melódica, una deliciosa pieza con estribillo fantástico, destacando el sólo de guitarra a mitad del tema. The fear comienza con la batería lenta y esos teclados de fondo siendo una balada impresionante de melodía apabullante y preciosa letra, y nos da bastantes pautas de por donde circula el álbum. As you are es una joya en si misma con ese toque de rock melódico, otro baladón (aquí con efectos en la producción que recuerdan a los Radiohead del OK Computer) y esa increíble voz de Mr. Healy que simplemente te eleva y fraseos de alto copete como esa primera estrofa "Everyday I wake up alone because I'm not like all the other boys" además del sólo de guitarra lleno de melancolía y grandeza, a parte del cambio rockero brutal con el increscendo final. Y llega Driftwood, qué puedo decir, gloria bendita, pieza más alegre de concepto, pero que desde el inicio es un tema pop precioso, con el bajo muy destacado y movido, el reverb de las guitarras que suenan de lujo, con un estribillo adictivo, el coro pegajoso, y en definitiva una canción que enamora. Tha last laugh of the laughter es delicadísima, con esos pianos y teclados bonitos, se va creando junto a la voz una gran atmósfera, canción con gran increscendo hasta su explosión, sin olvidar que es un tema lento, balada pop.
La segunda cara del vinilo empezaba con Turn, y aquí ya la persona que no haya caído rendida lo hará, qué obra maestra en si misma de canción, una joyaca de principio a fin, un himno, con frases para gritar a todo pulmón como "I want to live in a world where I belong" con ese estribillo adictivo 100% o 200%. Pero esperen, hay más, esto sigue con Why does it always rain on me?, el tema que salvó al disco del olvido, con ese toque folk, arreglos de cuerda y violines preciosos con esencia pop, y esa letra que te llega como a todo hijo de vecino... y esa voz por favor... ¡¡¡pero qué manera de cantar!!! Luv es melancólica, con esa armónica deliciosa y la guitarra acústica, y quizás es de las que menos engancha del álbum al hacerse algo tediosa, no acaba de despegar, sin cambios de ritmo. She's so strange con un aire muy McCartniano donde describe a una curiosa mujer, con grandes coros, muy agradable melodía y ritmo cadencioso. Acaba el trabajo con Slide show, de nuevo una balada, que empieza como si fuéramos en un coche al entrar y al salir y con percusiones curiosas y bonita melodía. El tema incluye un hidden track, "Blue Flashing Light" muy guitarrera y que nos recuerda más al primer disco y no al tono general de este álbum, pero que es una extraordinaria canción.
Travis con este disco se doctoraron claramente y mostraron el camino a otros grupos que luego a partir de su influencia. tuvieron éxito, aunque he de decir que a este grupo no se le ha dado el reconocimiento debido, creo. Para mi este es su disco con mayúsculas, aunque curiosamente el éxito abrasador vino con su siguiente trabajo The invisible band, otro enorme disco, pero esa es otra historia... que contaré en su momento.
Os dejo con el vídeo del tema Turn.
Si se hubiera llamado El hombre que ... ¿no hubiera quedado mejor? .
ResponderEliminarOrlando: El título del álbum se refiere al libro de Oliver Sacks, The Man Who Mistook His Wife for a Hat, de ahí el asunto.
EliminarSaludos.
Entiendo que escucho mucha y muy variada música en lo que es el rock-pop contemporáneo. De ahí que me animo a decir que Francis Healy es el mayor ícono del mismo en la actualidad. Así nomás, el número uno para mi gusto.
ResponderEliminarY ahí estuvieron Ode to J. Smith y su álbum solista como para demostrar su capacidad de variantes y su obra íntegra para demostrar su inagotable creatividad.
Daniel: Impresionante grupo y enorme cantante y compositor Francis Healey. De mis bandas favoritas sin duda. Multitud de registros, conciertos súper divertidos, y un buen rollo que transmiten espectacular.
EliminarSaludos.