Por fin he podido escuchar el disco del que tanto hablan mis amigos de la blogosfera (gracias a Addison de Witt), el Paradoja de Rafael Berrio, del que admito, es un músico y cantautor donostiarra desconocido por mi hasta la fecha, y que después de oírle es evidente que hay chicha en lo que hace y muchas lecturas que hacer. Rafael bebe de Lou Reed, si claro, esa guitarra con sonido de la Velvet está ahí, también su poesía urbana, cómo no, pero yo también veo destellos del Bowie más rockero e incluso de los Pixies. En las letras rezuma melancolía, pero también verdad y desnudez, algo que a mi me llega rápido. Rafa Rueda y Joseba Lenoir dan ese toque con las guitarras preciso con sus riffs, que engarzan con bandas de finales de los 80 y primeros 90. Pero es ahí, donde la poesía calmada de Berrio da su propia personalidad y le concede para mi un áurea genuina y muy particular.
Os dejo con el tercer corte del disco, Mis ayeres muertos, una delicia.
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