Jeff Buckley... palabras mayores. Si hay un artista de los últimos 20-25 años que es punto y aparte, por la calidad que atesoraba, y además ser muy genuino y tener un estilo con personalidad propia brutal, ese es sin duda Jeff.
Nacido en Anaheim, California, en 1966, hijo de Tim Buckley el mítico cantautor de la generación de las flores, al que se parecía y no se parecía, el registro de voz si es muy parecido, pero los estilos, por ser de épocas diferentes son distintos. Evidentemente era hijo de su padre, físicamente tienen el mismo rostro facial.
Pero dejemos atrás comparativas entre padre e hijo, ya que Jeff hizo sólo un disco en vida, el Grace de 1994 (del que hablé en su día extensamente aquí), donde todo su potencial estaba ahí, aunque le faltaba explotar a nivel comercial, pero su calidad era desbordante, por lo que lo demás fluiría y llegaría.
Hoy me detengo en la canción Corpus Christi Carol, que es una versión de una canción de iglesia del siglo XVI, terriblemente preciosa, con una manera de cantar que está al alcance de muy poquitos.
A veces no somos capaces de ponernos a oír una obra maestra, disfrutarla y que el silencio después de acabar se apodere de ti.
Disfrutad de esta joyaza.
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