Pixies, la banda de Boston, editó en 1991 su último disco de estudio, Trompe Le Monde, de su primera época, un disco muy importante a pesar de que Black Francis ya había decidido parar el proyecto, algo que hizo vía fax el líder del combo hacia el resto de sus compañeros. Puede que este disco no sea el mejor de todos los que hicieron en el tramo del 87 al 91, pero es un disco que tiene momentos buenísimos, y ha sido injustamente tratado.
Cuidado, también hablamos de un año clave con discos que arrasaron, en concreto dos álbumes que se comieron el mercado como Nevermind y Ten, de Nirvana y Pearl Jam respectivamente y que pusieron al grunge a la cabeza de todo en esa época, por lo que cualquier disco editado ese año sufría las consecuencias, a no ser que fuera algo fuera de lo normal.
Motorway to Roswell estaba colocada casi al final del disco, un extraordinario tema, con el estilo impoluto de los bostonianos, un medio tiempo rockero de gran nivel.
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