El músico que mejor ha sabido envejecer sin duda, y con una carrera a sus espaldas que hace palidecer cualquier otra, Neil Young, el canadiense más célebre, junto al fallecido hace siete años por estas fechas Leonard Cohen, cumple hoy 78 años. De hecho, si se repasa su producción discográfica sólo en este siglo, asusta pensar que ha editado 22 discos en 23 años, y en diciembre serán 23 en 23 años (aunque sea un recopilatorio), a uno por año, ya sea sólo, con Crazy Horse, con orquesta, metido en una cabina de los años 20, con los chicos de Promise of the Real, rockeando, más acústico, o de mil formas. Encima y por si fuera poco, es un artista muy influyente, de hecho sus tentáculos llegan a gente de lo más variopinta, desde artistas del country, como no, gente del folk, hasta músicos modernos como Jake Shears, líder de Scissor Sisters, un ramillete inabarcable, que incluye también a Pearl Jam que le denomina el Padre del grunge, con los que incluso hizo un disco en los 90, aquel Mirror Ball y han tocados juntos en vivo.
Ya desde sus inicios en los años 60 como componente de Buffalo Springfield o unido a Still, Crosby & Nash dejaba claro que era un compositor e intérprete de muchos kilates, cosa que dejó más que clara con discos siguientes como Neil Young, Everybody knows this is nowhere, After the gold rush, Harvest, On the beach, Tonight's the night, Zuma, Comes a time, etc...
Además, siempre ha hecho lo que le ha venido en gana, que si quería experimentar con máquinas, que si quiso sacar un disco de rockabilly y lo hizo con tupé y todo, discos protesta, fundó el festival Farm Aid...
He tenido la fortuna de verle tres veces en directo, la primera en 2008 en aquel Rock in Río en Arganda del Rey, Madrid, con Electric Band, magnífico, luego en Biarritz (Francia) en 2013 con motivo de la gira de la Píldora psicodélica con Crazy Horse y por último el pasado 2016 en la Caja Mágica de Madrid con los chavales de Promise of the Real encabezados por Lukas Nelson, los tres maravillosos, aunque el del Mad Cool lo tengo en un pedestal.
Neil Young acaba de publicar el 11 de agosto Chrome dreams, cuyas grabaciones fueron hechas entre 1974 y 1976 y cuya publicación estaba prevista para 1977, pero que se quedó en un cajón, hasta ahora. Se trata de uno de los discos más personales y potentes de Neil y que contiene algunas de las canciones más inolvidables de la historia del rock y que ahora se publican en la versión en las que Young las concibió en su momento. El álbum consta de doce temas que aparecen aquí en sus versiones originales, en algunos casos bastante diferentes a las que se publicaron posteriormente en otras grabaciones. Esto ya lo hizo el artista con Homegrown, hace tres años, disco grabado entre 1974 y 1975 y editado 45 años después.
De este trabajo y en homenaje al maestro pongo el tema Stringman grabado en el Hammersmith Apollo de Londres el 31 de marzo de 1976 con posterior remate en los estudios de CBS en Londres el 1 de abril del mismo año con dominio de la voz de Neil apoyada en el piano.
Os dejo con el tema Stringman.
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