Los Radiadores, la banda valenciana, han editado su tercer álbum largo, cuarto si contamos su primer EP de 2011. Su Manual de supervivencia de 2013 ya dejó claro que estábamos ante una banda a tener muy en cuenta, mientras que Gasolina, Santos y Calaveras de 2015 asentó las bases, amplió su estado de forma, y afianzó su estilo. Un grupo que destila un rock sin concesiones, que va directo al grano, y que beben del mejor rock de este país, desde Los Enemigos, hasta Gabinete Caligari (en el lado más castizo) pasando por el lado más oscuro y glam de Parálisis Permanente y Carlos Berlanga y sus Pegamoides.
De hecho en este nuevo disco, hay más pureza si cabe, la banda ha ampliado la paleta y ha introducido cual cuchillo en mantequilla su estilo en otras líneas musicales, y lo ha llevado más allá. El álbum está editado por Bonavena Música junto a Trilobite Records, el sello barcelonés que hace una edición limitada de 300 vinilos. La producción corre a cargo de Dani Cardona.
De hecho en este nuevo disco, hay más pureza si cabe, la banda ha ampliado la paleta y ha introducido cual cuchillo en mantequilla su estilo en otras líneas musicales, y lo ha llevado más allá. El álbum está editado por Bonavena Música junto a Trilobite Records, el sello barcelonés que hace una edición limitada de 300 vinilos. La producción corre a cargo de Dani Cardona.
El cuarteto no ha variado, así Raul Tamarit compone, canta y toca guitarra eléctrica, El Joven es el guitarra solista, Sergio Domingo (Perrín Muchacho Bass) toca el bajo y Vicente Metralla aporrea las baquetas con mucho tino.
Buddy Holly abre el fuego, un rock castizo, con aires de bolero incluso, que es un homenaje en toda regla al músico fallecido antes de tiempo, pero musicalmente no pueda sonar más patrio, un temazo de tomo y lomo. Estás de suerte es un rock rápido, trepidante, y en el estilo clásico de la banda, mientras la guitarra del Joven dibuja líneas increíbles, con una letra donde abominan de los medios informativos. Más no te puedo dar es una canción de cuna de tintes psicodélicos, orbitales y con una letra que dice "...soy ya un maestro en coleccionar gominolas de sabores en el fondo del mar..." que me encanta y que va caminando hacia un medio tiempo poco a poco, y donde el punteo de guitarra sale orbitando de manera brutal en la segunda parte de la canción. Marte ya no nos quiere me recuerda mucho a los Nikis, tema vertiginoso, rock made in Radiadores, gran labor de la sección rítmica en este tema, y esas guitarras que suenan metálicas. Dando lecciones es un rock de profundidad y calado, mientras las guitarras serpentean a la vez que la sección rítmica está aporreando desde el inicio, incansables.
Felicidad es una balada radiadora, donde Raúl parece hablar de sus hijas y los momentos felices que parece pasar con ellas, incluido el día de Reyes. La última función tiene la colaboración estelar de Manolo Bertrán de Doctor Divago a la guitarra, y es un medio tiempo precioso (mi favorita del disco) algo melancólica, pero de una enorme belleza, done hay referencias a bailarinas, payasos, y todos los integrantes de obras de teatro, ojo a los coros preciosos en este temazo. Sin saber qué hacer es un rock potente, donde las guitarras aullan desde el inicio con un tono psicodélico bestial, mientras la oscuridad que aporta el tono de la melodía toma su momento álgido en el estribillo, letra que incluye el título del álbum. Cierra el disco Cuerdo de atar, con guitarras en wah wah muy psicodélicas y circulares, una canción que me lleva inevitablemente a Eduardo Benavente y sus Parálisis Permanente, gran final.
En definitiva un gran disco, que ha llevado a Los Radiadores más allá, a campos más lejanos y han salido victoriosos en su evolución, ahora sólo queda disfrutar de la interpretación de estos temas en vivo.
Os dejo con Estás de suerte en vivo en la Sala Wah Wah.
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