El nuevo disco de Los Deltonos, de título homónimo salió el día 23 de marzo, con su formación actual que es Hendrik Röver a la voz y guitarras, Fernando Macaya a la guitarra y voces, Pablo Z al bajo y Javier Arias a la batería. Amigos, siempre es un placer volver a escuchar a esta banda de Muriedas, Santander. Según dicen ellos mismos en su página web: "Las canciones se esconden en sitios verdaderamente insospechados, agazapadas hasta que encuentran el momento que creen para mostrarse". En este caso estaban en una bolsa grasienta, abandonada hace un tiempo en una esquina de los estudios de grabación de Guitar Town, y han sido sacadas a la luz. Bravo por lo que siguen haciendo, su estilo, el de siempre, ese blues-rock con marca propia.
Si ya con Salud!, su anterior trabajo, dejaron claro que se encontraban en un tremendo momento de forma, y las canciones salían redondas y aparentemente fáciles, aquí las trazas son parecidas, aunque como ellos mismos dicen quizás haya habido que encontrarlas esta vez algo escondidas, pero el resultado os puedo asegurar que es totalmente satisfactorio.
Una intro corta con arpegios de guitarras blueseras nos lleva a Sur, su primer adelanto y un tema al más puro estilo Deltonos, donde Hendrik Röver canta de vicio y ese estilo que bebe de Billy Gibbons y los suyos con ese blues potente, grasiento, y ecos del delta del Mississippi... mientras sopla el Sur. No saber con sabor a rock de raíz americana, destaca por el sonido de las guitarras, rock and roll en estado puro y con esencia propia. La verdad sigue en la misma onda, rock sin concesiones, donde la sección rítmica es un auténtico martillo pilón, tema trepidante que no da descanso. Magia vuelve al medio tiempo bluesero, deliciosa composición que tiene cambios perfectos, rock-blues para salir del curro. Caviar es alegre y dicharachera, más en onda pop-rock con un punteo de guitarra soberbio, y esa parte que dice "ir en limusina a por el pan..." donde se habla de los momentos de abundancia.
Colisión es el tema más largo del álbum, casi seis minutos (no es lo habitual), rhythm and blues de alto copete, donde el medio tiempo tiene todo medido, el sólo de guitarra, la excelencia instrumental, y como no, la letra y su fraseo. Más cencerro vuelve al rock trepidante, dos minutos donde se habla de estar fuera de sitio y no enterarse de la realidad, mezclado con los avances tecnológicos, y esa guitarra slide preciosa. Sanmartín me encanta en la letra, donde habla de esas personas que antes eran de una forma y decían cosas, y ahora son completamente distintos, 360 grados opuestos, mientras la armónica se funde con las guitarras en un sonido brutal, quizás mi tema favorito. Impostor vuelve a la onda bluesera grasienta de manera bestial, enorme y rítmico tema, donde tanto cambios, puente como estribillo están bordados. Tiempos mejores habla de tiempos pasados, cuando las enfermedades no habían atacado la felicidad, un rock rotundo, con muchas lecturas sobre la vida. Al final (de la escapada) es un medio tiempo que hace un perfecto contrapunto en esta parte del disco, además situado en el sitio justo, casi al final. Caracartón, es auténtica, rápido rock con desarrollo instrumental fantástico, mientras hablan de un tipo curioso, y un punteo de guitarra sideral. Outro (banda en movimiento) acaba el trabajo con la intro igual a la del inicio, pero aquí desarrollada, un tema muy bueno, donde las guitarras y la sección rítmica son todo uno, mientras la letra habla de la vida de carretera de las bandas.
En definitiva, un gran disco, tremenda continuación de Salud!, que sigue demostrando que la banda cántabra está perfectamente, y que los necesitamos, por lo menos yo, así, en esta plan, discos cada poco tiempo, que sean buenos y a girar.
Os dejo con el tema Magia, con imágenes de la grabación del álbum en Guitar Town.
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