Noche canadiense de rock and roll anoche en la Sala Mon de Madrid. Venían los viejos conocidos The Sheepdogs a presentarnos sus dos nuevos Ep's y otra banda de la misma zona como teloneros llamados The Commoners y que este año han editado su tercer álbum titulado Restless que despacha influencias a partes iguales de The Black Crowes o Allman Brothers, pero también como ellos mismos dicen con influencias del sonido Motown de artistas como Sam Cooke u Otis Redding, aunque este matiz me costó más notarlo, quizás si en los temas más tranquilos, mientras que en los rockeros se mostraron como una banda muy competente que incluso tienen un lado áspero. Esta banda ha ido sufriendo variaciones pero su alineación actual es Chris Medhurst a la guitarra y voz, Ben Spiller al bajo, Ross Citrullo a la guitarra solista y Adam Cannon a la batería (excelente músico), mientras que el órgano estaba a cargo de Miles Evan Branagh que suele girar con ellos.
De este nuevo trabajo escuchamos canciones como The way I am, Body and soul, la propia Restless o Devil Teasin' me (quizás la que más me impactó), y antiguas como Find a better way o Fill my cup.
Y salieron a escena los auténticos protagonistas de la noche The Sheepdogs, que venían a presentarnos sus dos Ep's de este año, el que editaron en agosto Paradise alone, y el recién editado Hell together (ambos se podían adquirir en la maravillosa tienda de merchandising, que es de las mejores cosas que tiene esta sala). Esta formación recordemos que actualmente está formada por Ewan Currie a la voz principal y guitarra, Shamus Currie al órgano, piano, y coros, Ricky Paquette a la guitarra solista y coros, Ryan Gullen al bajo y coros y Sam Corbett a la batería y percusiones. Sus aires sureños, su rock con reminiscencias de blues, country e incluso soul y ese aire setentero siguen siendo sus señas de identidad, además de tener referentes claros en Allman Brothers, Creedence Clearwater Revival o ZZ Top. Desde que entrase Ricky Paquette en la banda con sus espectaculares solos de guitarra, la banda suena más rockera si cabe, y los duelos que hacen Ricky y Ewan son muy disfrutables.
Cayeron de estos dos últimos Ep's temas como Let me in, Take me for a ride o Darlin' baby del Paradise Alone o Hell together, tema que da título al segundo Ep del año. De Outta sight, su anterior disco de estudio escuchamos Find the truth, Scarborough street fight y Roughrider '89 (como bis). De Changing colours escuchamos Nobody, I've got a hole where my heart should be y H.S.M. Buffalo, de Future Nostalgia Downtown, Bad Lieutenant y I'm gonna be myself, del disco homónimo de 2012 How late, how long y Feeling Good (en los bises), y el I don't know y Southern dreaming del Learn & Burn de 2010.
Un auténtico disfrute de una banda que tuvo el apoyo y el calor de un público entregado a sus ritmos y al que ellos respondieron dándolo todo.
Y luego el Southern dreaming de The Sheepdogs.
Doy fe de los acertados comentarios del amigo Savoy, fui testigo presencial del evento y, aunque no pudimos compartir primera fila a pie de playa, si nos dio tiempo para compartir opiniones en el área del merchandising y en el post-concierto degustando una birrita.
ResponderEliminarUn concierto de The Sheepdogs, los tres que llevo los he compartido curiosamente con Savoy, dejan siempre un grato sabor a boca. Ecos de Lynyrd, Allman Bros, Marshall Tucker, hasta alguna pizquita de The Band, saben a gloria a guerreros ya curtidos como nosotros.
Y el público de Madrid, no me cansaré de decirlo, sensacional en su entrega y aportación al espectáculo.
Abrazos,
javierfuzzy.blogspot.com (Javier de Gregorio): La verdad es que fue un doble bolo de mucho nivel, unos teloneros como dios manda y además paisanos de los protagonistas.
EliminarThe Sheepdogs son una apuesta siempre segura, nunca defraudan y esos duelos de solos de guitarras van a más, el pequeño gran hombre y mejor guitarrista que es Ricky Paquette ha sido una gran incorporación al grupo y está plenamente asentado.
El público de Madrid siempre especial, hizo que la banda se sintiera muy arropada.
Abrazos.