Hay conciertos malos, regulares, buenos, muy buenos, excelentes, gloriosos y otros que te dejan tal sensación en la cabeza, que es difícil, muy difícil no salir con una sonrisa de oreja a oreja, y eso me volvió a pasar ayer con los californianos Redd Kross, a los que veía por quinta o sexta vez, ya he perdido la cuenta, acompañado por el gran Javier de Gregorio (que según me confesó era su primera vez con el grupo en vivo). El batería de la banda Dale Crover fue el encargado de hacer de telonero, al principio hizo un poco de Dj sentado en su batería, hasta que empezó a tocar temas de un disco que se vendía en el tenderete y alguna que otra curiosa versión como la del Harvest moon de Neil Young, todas interpretadas con una guitarra electroacústica y en una mezcla de grunge y rock bastante curiosa e interesante. Y salieron los protagonistas de la noche, la banda de los hermanos McDonald, Jeff a la voz y guitarra y Steve al bajo, voz y coros, mientras que a la guitarra solista estaba Jason Shapiro y el referido Dale Crover a la batería. Vestidos de blanco con manchas rojas de pintura, desgranaron un repertorio en el que tocaron temas de casi todos los discos de su carrera que abarca 45 años y que lo están celebrando.
Estupendo concierto de una banda que está en plena gira con un estado de forma espectacular y cuya transmisión al público me sigue pareciendo atronadora, mientras que las clases de bajo, vaciles y nivelazo de showman de Steve McDonald son de otro planeta.
Os dejo con dos momentos de ayer, primero el Stay away from downtown.
Pues si, para ser la primera vez que asistía a un bolo de los Kross me quedó un fantástico sabor de boca. Y si, además, uno está acompañado por el guerrero Savoy, siempre en primera línea de playa y dispuesto a asesorar al iniciado y batirse el cobre por obtener el "tracklist", mejor que mejor. Ya son muchos los conciertos que hemos compartido y siempre es un placer encontrarme con él.
ResponderEliminarResaltar la contundencia de la banda, baluartes de un poderosísimo hardcore power-pop, con una base rítmica contundente y unos front-men honestos y curtidos en mil batallas. Sudaron la camiseta, divirtieron al personal y se divirtieron ellos. Mención especial al Steven McDonald, el hermano encargado del bajo, un elemento de cuidado, se pasó buena parte del acto haciendo el cabra con un desparpajo digno del mejor actor teatral.
Los bises magníficos, ese recorrido que hicieron desde el año 63 en adelante demuestra la cátedra que con todo honor posee una banda de este calibre.
Así da gusto.
Abrazo,
javierfuzzy.blogspot.com (Javier de Gregorio): Si señor, tu primera batalla con ellos ha sido de cum laude, je, je. Los hermanos hamburguesa nunca decepcionan querido amigo, un placer compartir estos trocitos de vida contigo, siempre muy recordables todos los conciertos a los que vamos, creo que solemos acertar.
EliminarSteve McDonald se sale en todos los conciertos que le he visto, pero es que además hace su propio concierto dentro del concierto de la banda y va tan sobrado que es una delicia verle.
Un abrazo.