Como dije hace unos cuatro meses, otra formación que ha editado álbum después de 11 años son los suecos The Hives, y no porque se hubieran separado ni nada por el estilo, porque de hecho no han dejado de dar conciertos, quizás un parón creativo demasiado largo. El nuevo disco se titula The Death of Randy Fitzsimmons y salió a la luz el 11 de agosto. Según comentó su líder Howlin' Pelle Almqvist: "No hay madurez ni nada por el estilo, porque ¿quién diablos quiere rock and roll maduro? Ahí es siempre donde la gente se equivoca, creo. Es como el rock 'n' roll pero para adultos, ¡nadie quiere eso! Eso es literalmente quitarle la mierda buena. El rock and roll no puede crecer, es un adolescente perpetuo y este álbum se siente exactamente así, todo se debe a nuestra emoción, y no puedes fingir esa mierda".
Bogus operandi fue el primer adelanto y desde luego parece como si fueran unos chavalillos, rock and roll con tintes garageros, lo que siempre han hecho, y mucha fuerza. Llegó el segundo adelanto titulado Countdown to shutdown más de lo mismo, rock and roll enérgico y un vídeo de lo más divertido, con un director de empresa díscolo en la oficina. También tuvo su turno otro tema del disco, también enérgico titulado The way the story goes, con coros adecuados y un ritmo muy llamativo. También hablé de Step out of the way, arrollador tonada de onda punk con su cantante desenfrenado, y que en menos de dos minutos no da respiración. Otra canción de la que hablé fue Two kinds of trouble con un inicio arrollador con riffs de guitarra incendiarios que imprimen un fuerte ritmo hasta que entra la voz del cantante para despachar un estribillo coreable. Otra gran tonada era Rigor mortis radio, con un potente ritmo y la voz de su cantante a la que replican sus compañeros en los coros. En la misma línea estaba Smoke and mirrors, otro trepidante rock (que para ellos sería un medio tiempo) con la banda a mil revoluciones. También le tocó a Stick up, quizás no tan trepidante, de ritmo más trompicado, pero un tema lleno de carga energética que posee un gran punteo hacia la mitad. Ahora llega The bomb que es una trepidante canción con un ritmo endiablado, además de contener un estribillo machacón y momentos de speech curiosos.
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