Anoche en la madrileña sala Fun House recibíamos a la banda escocesa Dropkick que venían a presentar su último disco The weirless revolution de este año. Pero antes de que salieran a escena, disfrutamos del concierto de los madrileños The Seasongs, liderados por Óscar Granero con su pop-rock agradable y de referentes claramente sesenteros como Beatles, Kinks, Who, Byrds, etc., con canciones en castellano la mayoría como Destellos, Se dejaba ganar, Dónde se fue la luz, El mar de los contornos, Cada vez que lo intento, Nubes, La reina del rock, Canción de sol, Microgravedad, Vayámonos, En la oscuridad y la versión de sus ídolos como el I feel a whole lot better de The Byrds.
Y salieron los protagonistas de la noche, Dropkick, la banda escocesa originaria de la costa este de Escocia, y que formaran en su día los hermanos Andrew y Alastair Taylor, actualmente el segundo hace años que dejó el grupo. Y lo hicieron en formación de trío, la grabación del último disco y esta gira tiene la baja de Mike Foy y siguen estando formados por Andrew Taylor a la voz, guitarra y batería, Ian Grier al órgano, piano y bajo, y Alan Shields a la voz y guitarra, adaptándose a su nueva situación. Recordemos que esta formación hace caramelos melódicos de onda powerpop con referentes en Jayhawks, Teenage Fanclub, The Byrds, Tom Petty o Wilco, joyas absolutas reproducidas fielmente en vivo.
En cuanto al tracklist evidentemente abordaron el último disco The weirless revolution del cual pudimos escuchar Don't give yourself away, It could finally happen, Unwind, Telephone y The other side. También recordaron temas de anteriores discos, como el The Scenic Route del que escuchamos Feeling never goes away, del álbum Longwave cayeron Out of tune o It's still raining, Slow down y I wish I knew del Balance the light, Style del Homeward, Until I fall away del Paper trails, Obvious del disco del mismo nombre, aquel tema Life is good que Andrew sacó sólo en el confinamiento tocando él todos los instrumentos, Where I'm from del Patchwork, Don't dream of California y Too much to say del Abelay Hotel.
De las versiones hubo dos, el magnífico Save it for a rainy day de los Jayhawks y la última del concierto en los bises el The weight de The Band.
Y luego la canción Telephone.
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