Como dije a finales de agosto, Rival Sons, la banda californiana, anuncia segundo disco este año que salió ayer 20 de octubre titulado Lightbringer. Acerca de este álbum el guitarrista Scott Holiday dijo: "Cuando haces dos discos seguidos como éste, hay muchas cosas en las que pensar. El primer disco tiene que ser lo suficientemente contundente y contar una historia como para que la segunda parte tenga un impacto aún mayor. Los equilibramos con energía y significado, pero la continuación siempre necesitaba asestar un golpe mayor y creo que Lightbringer lo consigue". Por su parte el vocalista Jay Buchanan añadió: "Darkfighter es un nuevo Rival Sons, y Lightbringer es la definición de lo que somos ahora. Abrimos camino en Darkfighter, pero Lightbringer es un paso más allá de la innovación y la exploración personal, va un poco más allá. Realmente lo hemos tomado todo en nuestras manos y nos hemos esforzado por ver hasta dónde podíamos llegar. Fue una autoexploración para ver quiénes éramos y quiénes seremos ahora. Tuvimos más fricción y compromiso que nunca, porque aislamos la esencia desnuda de adónde teníamos que ir... y luego fuimos allí."
En definitiva una formación que demuestra estar en pleno estado de forma, y por lo dicho por ellos mismos nos encontramos ante dos caras de la misma moneda o un trabajo dividido en dos discos.
El primer adelanto se titulaba Sweet life, y sonaba muy potente con la banda a mil revoluciones. Luego llegó Mercy, también muy potente con la voz, la sección rítmica y la guitarra a tope, con grandes cambios de ritmo. También hablé ayer de Mosaic, un medio tiempo de inicio tranquilo que va carburando hasta explotar en el puente y el estribillo. Ahora llega Redemption, otro medio tiempo de gran factura y que explota también en el puente y estribillo.
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