Miles Davis editó dos discos en el año 1963, Seven steps to heaven y otro titulado Quiet nights este último junto a Gil Evans. En el mundo del jazz, como ocurre en otros ámbitos artísticos, se han producido simbiosis de lo más extrañas, pero que han dado frutos maravillosos, y este es el caso del trompetista Miles Davis y el compositor y arreglista Gil Evans.
Ambos se conocieron gracias al tema "Donna Lee", compuesto por Miles y que Charlie Parker grabó para la discográfica Savoy en 1947. Un estándar en toda regla del bebop por el que Gil Evans se interesó para poder hacer los arreglos para la orquesta de Claude Thornhill. Fue ahí cuando se produjo el contacto, Miles accedió a proporcionarle la partitura original a cambio de que Gil le consiguiera una copia de los arreglos del "Robbin's Nest" del mismo Thornhill. Davis no quedó del todo satisfecho con lo que Evans hizo con su Donna Lee, pero percibió sus dotes de arreglista y que en un futuro su colaboración sería fructífera, y no se equivocó. Según dijo el propio Miles: "Después de hablar un rato y sondearnos mutuamente, descubrí que a mí me gustaba su manera de escribir música y a él, mi manera de tocarla". Incluso en la biografía del trompetista, escrita por Quincy Troupe, dice que Gil Evans era su mejor amigo, su confidente, así que su relación fue más allá.
Quiet nights fue la última colaboración en el estudio entre ambos y de la que menos convencido salió Davis, ya que su mente tenía ideas innovadoras, pero volver a tocar algo parecido al estilo bossa nova, le resultó algo obligado más que un trabajo con el que identificar su sonido, pero Columbia se empeñó en que el disco se grabara, y quizás denota que el disco sonora demasiado clásico. Aún así, hay piezas extraordinarias y hoy rescato una que salió como bonus track en la edición de 1997, el The time of the Barracudas, compuesta por ambos.
Os dejo con The time of the Barracudas.
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