La banda californiana Steppenwolf editó su primer disco homónimo en 1968. A finales de 1967 una banda canadiense llamada Sparrow y liderada por John Kay, un tipo cuya familia había huido de Alemania Oriental, se asentaba en Los Ángeles. Allí conocieron a Gabriel Mekler, músico y miembro del staff de Dunhill Records quién sugirió a Kay el cambio de nombre del grupo, en parte preocupados por las duras leyes locales de inmigración, y buscando una identidad americana para pasar camuflados. Se cambiaron a Steppenwolf inspirados en una novela de Herman Hesse, y pasarían a formar parte de la historia del rock por su propuesta innovadora y original, que serían la base de muchos cimientos de la evolución del rock en la siguiente década setentera. Este primer disco homónimo de 1968 tendría un sonido muy fresco y natural y es sin temor a equivocarme uno de los grandes discos de debut de la historia, incluyendo una de esas canciones por las que un grupo pasa directamente al olimpo del rock, el mítico Born to be wild con ese rock duro de base blues y ritmos acelerados y que fue utilizada en la película Easy rider. La formación que graba este primer álbum es John Kay a la voz, guitarra rítmica y armónica, Michael Monarch a la guitarra solista y coros, Goldy McJohn al órgano y piano, Rushton Moreve al bajo y coros y Jerry Edmonton a la batería.
Os dejo con Born to be wild.
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