Ayer tuve el placer de volver a ver en vivo a la banda portuguesa The Gift, que venían a presentar Altar, su último disco que salió al mercado en mayo y del que ha hablado varias veces, producido por Brian Eno. Su música hay que saber interpretarla en vivo, y para ello, los cuatro músicos que conforman el grupo, es decir Sónia Tavares a la voz (y ¡vaya voz!), Nuno Gonçalves a los teclados, programaciones, acordeón, zelemín, voces, etc., su hermano John Gonçalves al bajo y teclados y Miguel Ribeiro a la guitarra y bajo también, están apoyados en vivo por un batería, y otros dos músicos que tocan guitarras, bajos y teclados también, que conforman un sonido realmente compacto.
En cuanto al repertorio, se centraron en su último álbum pero también cayeron viejos clásicos, pero empezaron con tres temas lentos y pausados La Folie, I loved it all y Hym to her, éstos dos últimas del nuevo álbum. Pero fue con RBG y sobre todo Music, cuando el ambiente se empezó a caldear y ya no paró toda la noche. Con Big Fish uno de los grandes singles de Altar que repitieron luego en los bises, la cosa era ya una fiesta absoluta. De Altar también cayeron Clinic Hope, Lost and found, Malifest y el primer single Love without violins.
Como broche final esa suite de 12 minutos del anterior disco Explode, The Singles, con sus cambios de ritmo y variedad, muy definitorio de toda la paleta musical de este extraordinario grupo.
Os dejo con Music, tocada en directo hace unos años, un tema que me hizo enamorarme de ésta banda ya para siempre.
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