Hace casi un mes Sting editó su nuevo trabajo, 57th & 9th, que recordemos recupera al Sting rockero, después de sus andanzas con instrumentos antiguos, tocando música de la Edad Media y su acercamiento a la música clásica, después de diez años. El título del álbum hace referencia al cruce de calles, o intersección, que atravesaba el músico todos los días camino al estudio, en la ciudad de Nueva York.
Y musicalmente, que es lo importante, él no ha perdido nada en estos 10 años de su vena rockera, ni de su estilo que le ha hecho tan popular, acompañado de su banda de gira típica, su guitarrista habitual Dominic Miller, Lyle Workman a la otra guitarra, Rob Mathes al piano, Vinnie Colaiuta y Josh Freese a la batería, y la banda de Tex-Mex The Last Bandoleros a los coros, con la que comparten mánager.
El disco rebosa rock, más o menos acelerado o más pausado cuando corresponde y en cuyas letras refleja su preocupación por el estado del mundo, su escepticismo con el tema del cambio climático, su compresión con el tema de los refugiados, aunque sin dejar las canciones de amor, etc...
El disco rebosa rock, más o menos acelerado o más pausado cuando corresponde y en cuyas letras refleja su preocupación por el estado del mundo, su escepticismo con el tema del cambio climático, su compresión con el tema de los refugiados, aunque sin dejar las canciones de amor, etc...
Comienza el disco con el que fue su primer single, I can't stop thinking about you, que engancha a la primera, tema marca de la casa, medio tiempo con cambios de ritmo perfectos, que le siguen saliendo a Gordon Summer como churros. Seguimos con 50, 000, enorme pieza, también en tono de medio tiempo, con paradas quizás más claras, pero con cambios de ritmo precisos y un Sting cuya voz sigue en estado de gracia a sus 64 abriles y donde habla de los caídos este año como Bowie, Prince o Lemmy sin nombrarlos. Down, down, down rezuma aire rockero al inicio, para luego calmarse y dejar que la melodía se apodere de la canción, y donde la parte del estribillo es realmente preciosa, gran tema. One fine day es un medio tiempo, donde la voz de Sting es superlativa y destaca, y sus propios coros, con esa letra que se queja que de cambio climático... poquito. Pretty young soldier es más pausada, pero muy cuidada en su desarrollo y donde Sting canta de manera desgarrada.
Petrol head es una de mis favoritas, con ritmo rockero desde el principio y unos cambios de ritmo brutales, y extraordinaria la voz de Sting de nuevo. Heading South on the Great North Road es un tema de onda folk, incluso me recuerda a esos discos de aire medieval que ha hecho en los últimos años. If you can't love me vuelve al rock en tono pausado al inicio, pero esta canción va en un lento increscendo, que rompe en el estribillo, para volver a bajar. Inshallah es la canción donde el artista empatiza con el tema de los refugiados, y lo hace con una tonada de ritmo lento con percusiones africanas que me recuerda a aquel Desert rose, pero más atemperado. Cierra el disco normal con The Empty Chair, tema muy calmado, casi una nana para terminar con la voz de Sting y guitarra acústica.
En la versión deluxe que poseo, se añaden versiones distintas del primer tema e Inshallah y un tema en directo de The Police con The Last Bandoleros, el mítico Next to you.
En definitva, un disco que recupera al Sting más conocido, al de siempre, y sin sorprender de una manera espectacular, los temas llegan de una manera bestial, por lo menos en mi caso, aparte de tener un gran nivel.
Os dejo con Down, down, down interpretada en vivo en este 2016 en Francia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario