Justo hoy, hace 25 años, salía a la venta A momentary lapse of reason, el primer disco de Pink Floyd sin Roger Waters. En un principio David Gilmour iba a grabar su tercer álbum en solitario, pero decidió que al final se convirtiese en un disco de la banda y reclutó a Nick Mason que pertenecía al grupo todavía, y a Richard Wright a cambio de una buena cantidad de dinero.
Pudo parecer que eran fuegos de artificio, pero no, lo que en un inicio parecía un disco a la medida de Gilmour, acabó siendo un disco de Pink Floyd con todas las de la ley.
Cosas en contra tiene la época de los 80, con mucho sintetizador que dominaba por aquel entonces, pero si se oye bien el disco hay mucha guitarra y toques hasta de hard rock.
Cosas a favor tiene excelentes composiciones. El disco empieza con Sings of life una instrumental que podría haber estado en el disco Animals perfectamente, sigue con el que fué el primer single, Learning to fly, una pedazo de canción, que aún a día de hoy me parece impecable, con un sólo de guitarra extraordinario. The dogs of war nos retrotae a los años del muro, tanto en sonido como en la letra. One slip, en cuya letra está el título del álbum, fué otro single muy bueno con un ritmo de guitarras estupendo. On the turning away, quizás sea la más ochentera, pero a la vez un single alucinante, gran balada. Así se terminaba la Cara A del vinilo o cassete.
La Cara B se iniciaba con Yet another movie, un tema que aunque le pese a muchos es puro Pink Floyd, para luego iniciar una pequeña suite que componen las dos partes de A new machine (temas vocales que no aportan, sino ser enlaces) con la instrumental Terminal Frost un tema fantástico dónde el grupo desarrolla todo su potencial, con percusiones saxos y guitarras a tope. Desemboca el disco en los 9 minutos de Sorrow, un tema de guitarra poderosa y pesada de Gilmour, pero que se convirtió en clásico en sus conciertos.
Os dejo con dos temas del disco, Learning to fly...
y One slip en vivo en Atlanta en 1987.
Adoro este disco, fundamentalmente por corresponder a una ansiada espera de un nuevo trabajo de mis amados Pink Floyd, que como bien dices quería ser un trabajo más de Gilmour y sin embargo sonó con la plenitud de la banda al completo, del que sólo se echaba de menos (o no) la visión atormentada de Waters.
ResponderEliminarPara quien quiera "aprender a volar", por aquí desciende su letra.
Saludos.
Sergio DS: Pues ya somos dos amigo. Estupendo y adorable disco, que la primera vez lo compré en cassette justo a su salida hace 25 años.
EliminarBueno, parecía que se iba a notar mucho la ausencia de Waters, pero salió un resultado tremendo y la banda tiró para adelante con mucha calidad.
Hay que aprender a volar amigo... je, je, je, un vídeo inolvidable para mi.
Un saludo.
Hay gente que los critica mucho pero tanto este como el Division Bell me parecen discos formidables.Pese a ser algo más comerciales, los arreglos son formidables y tomaba aún más protagonismo mi amado Gilmour.
ResponderEliminarSi no lo digo no me quedo tranquilo, On the turning Away tiene uno de los mejores solos de la historia ;)
Saludos!!!
Milán: A mi esas críticas me dan un poco igual, sólo hay que oir el disco y te das cuenta de lo bueno que es, y cómo bien dices su sucesor The Division Bell incluso lo mejoró.
EliminarEs que para mi, es el disco dónde Gilmour más destaca, eso es evidente y hace algunos sólos como el de On the turning away o el de Learning to fly y Sorrow... realmente tremendos.
Un saludo.
He vuelto amigo!
ResponderEliminarSaludos
www.sfb72.blogspot.com
Sanfreebird72: Muy rebienvenido amigo.
EliminarUn saludo.