Mucha expectación había por ver al chico de Memphis, que venía precedido por dos discos de alta calidad. Hablaban de él como el Buddy Holly del siglo XXI, pues no se aleja de ese apelativo, y además decían que tocaba muy bien la guitarra, y ahí si que no se equivocaban, qué excelencia a las 6 cuerdas. Hubo momentos en que sonó Jimi Hendrix, otras Dick Dale, otras Chuck Berry, etc... Esa fender telecaster tocada por John... es oro puro.
Se presentó en forma de trío (ya sabeis de mi predilección por los tríos) que sonó de lujo. Un batería demoledor, y una bajista fino que no se movió de la baldosa casi toda la noche. Fueron 2 horas aproximadamente de puro disfrute. Rock and roll clásico, blues, rythym and blues, country, swamp, boogie, rock sureño pantanoso... todo ese cóctel te puedes encontrar en un concierto suyo.
Casi en su totalidad sonaron los dos discos, del primero Lookin' for a thrill, Pure cane sugar, Otherwise, Rock and roll will break your heart, Doin' the devil's work, etc...
De su disco del año pasado destacaron Never could say no con la que comezó el concierto, You devil you, Anyone can do it, The man that time forgot, I think I feel in love today (qué temazo dios), I work at night, etc...
También hubo cabida para versiones como Mona Lisa, Sweet little rock and roller, Carol y temas instrumentales, que eran como jam sessions dónde John desplegaba todo su saber a las 6 cuerdas.
Sin duda un gran concierto, de lo mejor de este año. Cabe el rock and roll, el country, el boggie, el powerpop, y hasta el surf. Ayer en una entrevista en el sótano de Radio 3, John decía que en su pueblo hay música buena o mala y que él intenta hacer buena, ¡caray! muy muy buena.
Con una sonrisa en el rostro os dejo con un pequeño documento (no hay vídeo de anoche) dónde John toca con la primera formación, los One Four Fives de su primer álbum, en los estudios de la Sun Records el tema Anyone can do it que pertenece a su segundo disco.
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