Como dije a finales del mes de abril, Fontaines D.C, han editado su cuarto álbum de estudio de título Romance este pasado 23 de agosto a través del sello XL Recordings, sello en el que acaban de aterrizar y con James Ford como productor. La formación sigue siendo Grian Chatten a la voz, Carlos O'Connell a la guitarra, Conor Curley a la otra guitarra, Conor Deegan al bajo y Tom Coll a la batería. Se anuncia como el disco más seguro, inventivo y sonoramente aventurero del grupo irlandés hasta la fecha.
En un comunicado de prensa Conor Deegan dijo: "Siempre hemos tenido este sentido de idealismo y romance, cada álbum se aleja más de observar eso a través de la lente de Irlanda, tan directamente como en 'Dogrel'. El segundo álbum trata sobre ese desapego y el tercero trata sobre el carácter irlandés dislocado en la diáspora. Ahora analizamos dónde y qué más hay de romántico". Grian Chatten continuó citando el trasfondo romántico del anime distópico Akira como inspiración: "Me fascina eso, enamorarme en el fin del mundo", dice: "El álbum trata sobre proteger esa pequeña llama, cuanto más grande se avecina el Armagedón, más precioso se vuelve".
Starburster fue el primer adelanto, tema en el que musicalmente seguían con su post-punk de tonos oscuros de muy buena calidad. Luego llegó el segundo titulado Favourite, quizás más luminoso y en onda pop. Más tarde el tercero Here's the thing donde volvían a su senda habitual más oscura, tema urgente que busca su autonomía en los extremos emocionales y cuyas guitarras suenan diferentes, algo mecánicas y cambiantes. Y hace unos días el cuarto In the modern world, un tema a medio tiempo que no acaba de coger ritmo, y cuyo vídeo es algo raro. También hablé de Bug, quizás el tema que recuerda más al estilo post-punk de los primeros trabajos del grupo, gran melodía y estilo bestial. Horseness is the whatness es un tema situado en el tercio final, reposado y de melodía calmada, ideal para evadirme con el día que llevo.
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