En 1973 un jovencísimo artista británico Mike Oldfield de 20 años edita su primer álbum titulado Tubular Bells. Se trata de un trabajo instrumental envolvente que le lanzó a la fama directamente, y sigue manteniendo a día de hoy su vigencia dentro de la música moderna. Aquí hay un ecléctico abanico de hasta 20 instrumentos que van desde el piano de cola a órganos farfisa o vox, flautas, campanas tubulares, guitarras acústicas, bajos, acordeones, baterías, etc., y una marcada ausencia de letras y voces conformaban la sinfonía de dos partes (una en cada cara del vinilo) de este mastodóntico álbum.
En el momento en que este disco vio la luz, fue crucial para la consolidación de un estilo como el rock progresivo y sinfónico como fenómeno masivo, algo que ya luego no volvió a repuntar y se quedó en un hito.
Los hipnóticos sonidos de Tubular Bells como digo se convirtieron en éxito comercial mundial, a lo que contribuyó y mucho su vinculación a la película de terror "El exorcista", estrenada ese mismo año.
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