The Byrds iniciaron su andadura musical con Mr. Tambourine Man en 1965, donde había unas cuantas versiones de Bob Dylan, pero también canciones propias con las que en su conjunto deslumbraron y asentó las bases del folk-rock y un primigenio jangle pop. En este disco debut ofrecen muchas versiones pero impregnadas de su característico estilo que las hicieron tan propias, ya que su omnipresente guitarreo con el particular sonido reverberado de la Rickenbacker de 12 cuerdas que tocaba Roger McGuinn era único, unido al sentido de las armonías vocales del grupo herencia de The Beatles.
The Byrds escucharon la primera maqueta de Mr. Tambourine Man de Bob Dylan (en acetato en el verano de 1964 en plan acústico instigados por Terry Melcher cuando aún se llamaban Jet Set) y de ahí sacaron su idea y su versión eléctrica (que llegó al número 1) y dejó con la boca abierta al propio Zimmerman, lo que provocó que el de Duluth acabara adoptando la electricidad ante el descontento de sus seguidores más folk. Ambas curiosamente salieron casi a la vez... pero los Byrds estaban llenos de dudas sobre si ese era el camino correcto...
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