Siii, siii, y mil veces siii amigos y amigas aunque parezca algo descabellado hoy ha salido al aire, de manera casi inverosímil un nuevo programa de Música Sideral en la emisora Radio Enlace, conducido como siempre por vuestro siervo de la noche Dj Savoy Truffle, capítulos números 284 y 285 nada más y nada menos. En esta ocasión, es un programa en el que hago un homenaje a George Harrison cuando se cumplen 20 años de su fallecimiento, dividido en dos partes, una primera con su época en The Beatles y algo del principio de su carrera en solitario y una segunda más centrada en su carrera en solitario además de su aportación a Traveling Wilburys, teniendo como invitado al músico madrileño Javi Polo, un seguidor beatle contrastado.
En la primera parte suenan temas de George en The Beatles de los discos With the Beatles, Anthology I, Help!, Rubber Soul, Revolver, White album, Abbey Rioad y Let it be, y también canciones de su carrera en solitario de los discos All things must pass, Thity Three and 1/3 y Love concert for Bangladesh.
Os dejo con la primera parte y espero que os guste.
En la segunda parte suenan temas de los discos de su etapa en solitario como All things must pass, Living in the material world, George Harrison, Gone Troppo, Cloud Nine y Branwashed, y más canciones de Traveling Wilburys de su disco Vol.1.
Os dejo con la segunda parte y espero que os guste también.
Como dije hace ya más de un mes, la banda de Seattle Band of Horses anuncia nuevo trabajo, por fin, para el 21 de enero de 2022 con el título de Things are great. Su último disco de estudio es de 2016 Why are you ok? y al año siguiente abandonaron la formación el guitarrista Tyler Ramsey y el bajista Bill Reynolds. Con formación renovada, en 2017 entraron Richard Fitzpatrick y Matt Gentling como sustitutos, acabaron giras y han estado grabando en calma y con pandemia de por medio. El resultado son diez temas nuevos, cuyo primer adelanto Crutch, era un tema de buena melodía y en la onda del country-rock alternativo que la banda lleva haciendo años y que según su líder Ben Bridwell plantea los siguiente: "Siento que todo el mundo ha pasado por un momento en el que nada sale bien y aún así, debes seguir adelante. Creo que este sentimiento te golpea en esta canción, incluso si no sabes cuáles son los detalles". Ahora tenemos el segundo adelanto titulado In need of repair, un muy buen medio tiempo de gran calidad, de esos temas que ganan escucha a escucha.
Como dije hace ya unos meses, Brian Setzer, líder y guitarrista de Stray Cats, ha editado este pasado 27 de agosto nuevo álbum de estudio titulado Gotta have the rumble, siete años después de su anterior artefacto sonoro. Julian Raymond ha sido el productor y la mayoría de temas están compuestos por Setzer que han sido grabados en su casa de Minneapolis y en Nashville. Acompañado de su sempiterna guitarra Gretsch el primer single era marca de la casa, ese Checkered flag llevaba su sello rockero clásico y no decepcionaba en absoluto, acompañado de un vídeo animado que hacía las delicias de los que somos fans. Smash up on highway one empieza con ritmo arabesco para luego tirarse en plancha al rock and roll clásico. Luego tuvimos una canción muy especial, el Rockabilly banjo, un tema que combina el rockabilly con un instrumento clásico en el country campestre y que queda de lujo, temazo sideral. Más tarde llegó con Stack my money una canción de rockabilly clásico con estribillo adictivo y la guitarra deliciosa. Y también hablé de One bad habit, que traía ese estilo de rockabilly clásico, una gozada. Hoy viene el tema Rockabilly riot, un gran tema de fuerza y ritmo rockero, un tumulto del que habla en la letra que es trasladado a la música.
Hoy hace 20 años se nos iba George Harrison, el Beatle al que más cariño tengo y que en la banda donde Paul y John eran auténticos jefes, tuvo la valentía, la clase y el arrojo de ponerse a la altura de ambos en lo que podríamos llamar la segunda época de los Fab Four a nivel compositivo. Recordemos que era el más joven del grupo, pero no tardó en ponerse manos a la obra. En 1965, momento de cambio y giro en el cuarteto, George descubre la música clásica de la India y comienza el aprendizaje del sitar, un instrumento que él incorporó al pop-rock, igual que la tambura y la tabla, y por extensión el concepto de raga y las religiones del subcontinente indio (ahí se le fue un poco la pinza, quizás, pero da igual), a parte de hacerse muy amigo de Ravi Shankar. Digamos, que en eso se diferenciaba mucho de sus compañeros de grupo, pero a la vez le dio una vía de profundidad, por la que luego reconduciría su manera de componer y de subir el nivel dentro del seno del grupo.
Pero lo mejor de todo, fue que George encontró dentro de los Beatles a un cómplice y socio algo inesperado, su productor y Quinto Beatle, George Martin, que ya había usado la música india a finales de los cincuenta, cuando producía a Peter Sellers en The Goons, su agrupación humorística para la radio. Sellers imitaba ya por entonces el acento y la sintaxis de los indios más anglófilos (recordemos que fue colonia británica), una parodia que luego llevó al cine en El Guateque, maravilloso film. Aunque su música posterior ya en solitario o con otros músicos (Traveling Wilburys, Eric Clapton, etc...) transcurrió por rutas occidentales, Harrison siguió fascinado por los sonidos de la India, que quedaron reflejados en temas del grupo madre.
Su carrera en solitario empezó a toda pastilla, con uno de los mejores discos de la historia, aquel All things must pass, triple vinilo en su día, para luego tener una carrera con buenos discos y alguno menos bueno. Pero el momento cumbre, fue cuando se unió a Jeff Lynne, Tom Petty, Bob Dylan y Roy Orbison y formaron los Traveling Wilburys, una superbanda gloriosa que hizo dos discos, uno en 1988 y otro, ya sin Roy Orbison, en 1990. De aquella mítica formación gloriosa ya solo quedan Lynne y Dylan, porque el tiempo no perdona y es inmisericorde.
De sus últimos trabajos, Brainwashed que salió editado en 2002 a título póstumo pero ya estaba grabado, me parece un disco magnífico, con momentos muy buenos. Pero vuelvo a aquel primer disco después de la separación de The Beatles, aquel maravilloso All things must pass. Este pasado 27 de noviembre de 2021 se cumplieron 51 años de la publicación de All things must pass, el tercer disco en solitario del Beatle George Harrison, porque, ya tenía dos anteriores, Wonderwall music de 1968 y Electronic sound de 1969, álbumes ambos que pasaron inadvertidos ya que The Beatles seguían funcionando y lo acaparaban todo. Pero George, el Beatle tranquilo ya llevaba tiempo queriendo tener más protagonismo en la banda y no uno o dos temas por disco, y empezó a acumular material que acabó saliendo en ésta absoluta joya de 1970, un disco triple vinilo y posteriormente, con los años, doble cd. En mayo de ese año se pone manos a la obra con Phil Spector de productor, y colaboraciones de músicos amigos de la talla de Eric Clapton, Delaney & Bonnie o Billy Preston.
Pero ante todo, éste disco supuso un golpe en la mesa del Beatle calmado, dejando claro que él también sabía componer un disco entero de un altísimo nivel, quitándose ese papel secundario al que los dos grandes tótems Paul y John le tuvieron relegado en los Fab Four. Debió ser digna de ver la cara de McCartney y Lennon cuando el disco salió a la calle, porque la aplastante victoria de Harrison sobre sus dos compañeros fue inesperada, pero entendible, vista su evolución en los últimos años antes de la separación. Hablamos de un disco que fue número 1 y tuvo seis discos de platino.
Esta maravilla de álbum tiene también una cosa que me gusta a rabiar, y es el sonido de las guitarras eléctricas y acústicas, y ojo, probablemente sea el disco en que el amigo Phil Spector mete menos su muro de sonido y menos por culo da. Es curioso, porque justo antes de morir George revisó el disco, todas las maquetas, jams, y sesiones y salió una edición remasterizada que merece muchísimo la pena, el equivalente a aquel tercer vinilo titulado Apple Jam. Pero para rizar el rizo este año, y como he venido hablando, el pasado 30 de julio salió a la venta la edición del 50 aniversario de All things must pass, el tercer disco en solitario del Beatle tranquilo, pero realmente el primero de peso verdadero y donde dejaba patente su calidad después de haberse puesto a la altura de Lennon y McCartney en los últimos años de existencia del fabuloso grupo de Liverpool, no en cuanto al tema de ser prolífico, pero en cuanto a calidad creo que sí. Lo que es evidente es que esta supermegaedición se compone de 6 discos, la remasterización del original (otra vez después de la de 2001) y tres discos más llenos de demos, tomas alternativas, etc., es un plato del gusto de cualquier fan acérrimo.
Hoy en homenaje, pongo el Isn't it a pity (Version 1) (2020Mix).
Como ya dije hace ya más de dos meses aproximadamente, la banda británica The Darkness ha publicado nuevo disco el 19 de noviembre titulado Motorheart, dos años después de aquel buen disco Easter is cancelled. El cantante y líder de la banda Justin Hawkins ha dicho al respecto: "Motorheart rockea más potentemente que cualquier cosa que hayamos hecho hasta ahora. Me pone muy contento y estoy muy orgulloso de ponerlo en marcha". Habrá gira por Inglaterra en noviembre y diciembre para presentar el trabajo con British Lion, la banda paralela del bajista de Iron Maiden, Steve Harris, como teloneros (aunque las últimas noticias barruntan posible cambio de telonero). El tema que da título al trabajo, era un auténtico pepinazo rockero que suena a las mil maravillas y fue del primero que hablé. Luego tuvimos un segundo adelanto titulado Nobody can see me cry con un ritmo de sección rítmica cercano al metal, pero cuya melodía y cambios son de rock and roll, buen tema. Más tarde llegó el tercer tema de adelanto, Jussy's girl, buena tonada rockera que en ciertos momentos me recuerda a los Queen ochenteros y con buenos fiffs. Y luego vino It's love, Jim, un gran tema de tremendo y frenético ritmo rockero y con un vídeo muy gracioso. Hace poco hablé de Welcome tae Glasgae, un rock rotundo y de ejecución fantástica que confirma la dureza y buen nivel del disco. Y ahora el tema Son long que da el contrapunto a un disco tan rockero, una canción de tono acústico y tranquila.
George Harrison editó en 1979 un disco de título homónimo de una factura impresionante. El Beatle tranquilo después de comenzar su carrera solista a todo trapo, tuvo momentos bajos, entre su separación de Patty Boyd, el maltrato de la prensa, y su caída en el alcohol y la cocaína, recondujo su propia nave a finales de 1976. Empezó entonces a componer y grabar el disco que no saldría hasta 1979, en el que colaboraban Steve Winwood, Eric Clapton y Gary Wright.
Andaba disfrutando de su relación con su mujer Olivia Arias, y estaba feliz, incluso publicó su biografía "I me mine" que no gustó nada a John ya que salía citado muy pocas veces.
En este trabajo había temas estupendos, el Not Guilty, uno de esos temas que los Beatles dejaron siempre fuera de los discos, Faster dedicada a Niki Lauda (era un fanático de la Fórmula 1) o el primer single, Blow away, una canción de corte pop, de esas que George hacía como churros con estribillo pegadizo y voz suave. Pero el tema que comenzaba el disco era Love comes to everyone, que fue el segundo single, un medio tiempo en el estilo característico de George, una melodía preciosa y gran estribillo.
Como dije hace ya tiempo, el pasado 30 de julio salió a la venta la edición del 50 aniversario de All things must pass, triple vinilo en su día y doble cd con posterioridad, el tercer disco en solitario del Beatle tranquilo, pero realmente el primero de peso verdadero y donde dejaba patente su calidad después de haberse puesto a la altura de Lennon y McCartney en los últimos años de existencia del fabuloso grupo de Liverpool, no en cuanto al tema de ser prolífico, pero en cuanto a calidad creo que sí. En mayo de ese año 1970 se puso manos a la obra con Phil Spector de productor, y colaboraciones de músicos amigos de la talla de Eric Clapton, Delaney & Bonnie o Billy Preston. Lo que es evidente es que esta supermegaedición se compone de 6 discos, la remasterización del original (otra vez después de la de 2001) y tres discos más llenos de demos, tomas alternativas, etc., un plato del gusto de cualquier fan acérrimo.
Existe una canción en esta tirada de demos de los primeros días, que sería descartada para el disco en su elección final, se trata de Cosmic empire, una buena canción en acústico, que no sabemos en qué se habría convertido con producción...
En el año 2001 David Bowie grabó un álbum titulado Toy, después de su triunfal concierto de Glastonbury del año 2000 en un momento muy dulce del Duque Blanco. El trabajo era un poco Frankestein, con canciones nuevas en ese instante, pero muchas de ellas son revisiones de temas antiguos como You've got a habit of leaving y su Cara B Baby loves that way, Conversation piece, Let me sleep beside you, etc., algunas de las cuales salieron como Caras B de singles del disco Heathen, pero no todas.
Todo quedó archivado ya que en ese período hubo una divergencia entre Bowie y su casa de discos EMI/Virgin, pero 20 años después sale a la luz dentro de una caja que edita Warner Music y que salió ayer 26 de noviembre titulada Brilliant Adventure (1992-2001), un set box de 11 CD, o su versión en vinilo de 18 LP. Las cajas incluyen versiones remasterizadas de los discos de esa época, es decir Black Tie White Noise (1993), The Buddha of Suburbia (1993), Outside (1995), Earthling (1997) y Hours (1999) más el directo en el Teatro de la BBC en el año 2000, y por supuesto el disco oculto Toy. Pero Toy saldrá por separado del set box el 7 de enero, justo un día antes del cumpleaños de él, con el título Toy (Toy: Box) que incluirá 3 CD o 6 LP en vinilo.
Os dejo con la reversión de You've got a habit of leaving, single original de 1965, por aquel entonces era Davy Jones with The Lower Third.
El nuevo disco de Vetusta Morla, Cable a tierra, se ha editado hoy 26 de noviembre. Después de dos singles de adelanto del trabajo, es más que evidente la evolución del grupo, de su reducción de sonido de guitarras y digamos que dulcificando su estilo, aunque todavía mantienen melodías interesantes. La formación sigue inalterable, es decir, Juanma Latorre a la guitarra, Guille Galván a la otra guitarra, Pucho a la voz, Álvaro B. Baglietto al bajo, David "El Indio" a la batería y Jorge González a las percusiones. Puñalada trapera fue el tercer adelanto, y para todos aquellos que esperaban algo más furioso y guitarrero deciros que no, que eso parece no estar presente en este disco, ojo esta banda tampoco es que sea en su carrera una máquina de usar la distorsión, pero si que es cierto que donde antes las melodías se sustentaban en las dos guitarras, ahora lo hacen en otros sonidos, como samplers o sintetizadores, de hecho Guille Galván uno de los compositores del combo, toca ya habitualmente sintetizadores en los discos y también en vivo, en detrimento de la guitarra. Pienso, y esto es algo personal, que esa era una seña de identidad del grupo y se está perdiendo. Algo que se confirma con el nuevo y cuarto single Corazón de lava, curiosamente una canción que bebe de los Radiohead del Amnesiac, mucha presencia de pianos, casi ninguna de guitarras y esa melodía entre triste y melancólica tan clásica de los ingleses, no es un mal tema pero... me faltan cosas y me da que estos temas para directo... van a ser difíciles para el público que la banda ha ido añadiendo en los últimos tres o cuatro años.
Si, siii, amigos mis servicios vuelven a ser requeridos en Traveling Bar después de mi exitosas pinchadas del pasado mes, otra pinchada más se avecina de Dj Savoy Truffle, vuestro humilde servidor de la noche. Vendré cargado de novedades de este 2021, y por supuesto tocaré toda la amplia gama de mi paleta de estilos, es decir, rock, pop, powerpop, surf, soul, rockabilly, gotas de electrónica, etc., además de épocas desde los 50 hasta hoy. Ya sabéis que para afrontar este otoño, debéis salir con los oídos bien afinados y menear el bullerengue como es debido.
La cita es este viernes 26 de Noviembre a partir de las 23:00h en Calle Olivar, 39, Metro Lavapiés.
Os dejo con un par de aperitivos para esta noche, primero de la banda británica The Darkness y su tema The age of darkness de este 2021, muy en onda Black Sabbath.
Y por otro lado el tema We share the same sun de la banda galesa Stereophonics de 2013.
Como dije hace ya tres meses al menos, Miles Kane, el artista británico, editará nuevo álbum de estudio el 21 de enero de 2022 con el título de Change the show. Este será el trabajo de continuación de Coup de Grace de 2018. The Little Flames, The Rascals, su proyecto con Alex Turner en The Last Shadow Puppets y su carrera en solitario cuyo nuevo trabajo será ya el cuarto, hacen de la trayectoria de Kane una de las más prolíficas en la época de juventud, a parte de colaboraciones con Paul Weller, Imelda May, etc.,
Don't let it get you down fue el primer single de adelanto, un buen tema pop con buena melodía, acompañamientos femeninos en las voces, unos vientos llamativos y un estribillo adictivo. Luego tuvimos Caroline, buen y alegre tema pop con un Kane muy en forma. LuegollegóSee ya when I see ya con su lado más beatle que para mi es mezcla de estilos de John y George en solitario, gran canción de todas formas. Y ahora nos presenta Nothing's ever gonna be good enough con la colaboración de la cantante de color Corinne Bailry Rae con un aire sixtie total, en un tema pop de muy buena factura con ese teclado humeante y la buena sincronización de sus voces (aunque lo grabaron de forma remota) y cuya letra habla de dar todo por alguien aunque luego ya no recuperes esa energía.
Os dejo con el tema y vídeo de Nothing's ever be good enough de este 2021.
Como dije hace ya mes y medio, Capsula editaron el 15 de octubre su décimotercer álbum en total de la banda de origen argentino y acomodada en Bilbao hace ya bastantes años, titulado Phantasmaville. Martín Guevara y Coni Duchess siguen comandando al combo, con un batería titular de apoyo Álvaro Olaetxea. Como reza en su hoja de promoción: "Este álbum es causa y efecto de su postapocalíptico tiempo. Si su anterior disco Bestiarium ya vaticinaba la oscuridad vital y en la todopoderosa pantalla que nos domina, Phantasmaville camina en cambio hacia la luz, que se atisbaba en los ecos surf de California, ¡o de Japón!, en su distorsión alquímica o en el desfase cósmico del Marte que hoy habita Bowie". Este álbum viene acompañado de una gira que comenzó el pasado 25 de septiembre en Gran Canaria. A tenor de su primer single Behind the trees vimos que habían endurecido aún más su sonido, teniendo tintes de hard rock en la primera parte, para luego cambiar el ritmo y ser los Capsula de siempre, y luego vuelta al ritmo del inicio en onda casi Black Sabbath. Ahora vamos con un segundo tema titulado Esferas, un tema cantado por Coni y que tiene un aire post-punk muy acentuado, gran tema para desvariar en directo con solos de guitarra y partes instrumentales, algo que encanta a esta banda a la que he visto muchas veces en vivo.
Como dije aquí hace aproximadamente un mes y medio, Mark Oliver Everett y su proyecto Eels vuelve a dar rienda suelta a su prolífico talento y editará nuevo trabajo de estudio el 28 de enero de 2022 con el título de Extreme Witchcraft, será año y pocos meses después de su anterior y magnífico Earth to Dora que salió a finales de octubre de 2020. Por lo escuchado en su primer adelanto, parece que vuelve a sonar más rockero en sus siempre atrayentes melodías, y el nuevo álbum ha sido producido por John Parish (viejo conocido de PJ Harvey). Good night on earth fue ese primer adelanto, tema de bastante aire rock y lleno de múltiples detalles. Luego tuvimos un segundo tema titulado Steam engine, en el que nos habla de los motores a vapor de los trenes en un aire bastante rockero también. Y ahora tenemos el tercer adelanto titulado The magic, quizás el más rockero de todos, con un gran ritmo, muy incisivo.
The Divine Comedy, la banda de Irlanda del Norte comandada por Neil Hannon y cuyos músicos van y vienen en su proyecto personal, van a editar el 4 de febrero de 2022 un disco recopilatorio titulado Charmed Life - The Best of the Divine Comedy en el que repasa toda su carrera desde 1990 hasta nuestros días en 24 temas. Se trata de una maravilla pop con toques clásicos y retros que conmueven, una mezcla de letras y música con muchos detalles que hace las delicias del oyente en todos sus trabajos.
Alejándose de un brit pop al que nunca perteneció en esencia, Hannon dejó claro aquí por donde iban los tiros de su música desde los comienzos, se basa en la música del viejo continente teniendo referentes en cantantes franceses como Jacques Brel y destila ironía y mucho estilo, es una gozada toda su carrera, aunque alterne grandes discos con otros menores, pero donde siempre hay algo que rascar.
The best mistakes es un tema hecho nuevo para este recopilatorio, donde el toque clásico vuelve a ser el referente en una gran melodía muy bien arreglada.
Siii, siii, y mil veces siii amigos y amigas aunque parezca algo descabellado hoy ha salido al aire, de manera casi inverosímil un nuevo programa de Música Sideral en la emisora Radio Enlace, conducido como siempre por vuestro siervo de la noche Dj Savoy Truffle, capítulo número 283 nada más y nada menos. En esta ocasión, es un programa en el que hago un primer repaso al año 1996, un año clave totalmente en la música, 25 años después, lleno de tremendos grupos y artistas y discos memorables.
Suenan por orden The Wallflowers, Wilco, R.E.M., Soundgarden, Screaming Trees, Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Cracker, Cake, Beck, The Soundtrack of our lives, Super Furry Animals, Manic Street Preachers, Suede, Ocean Colour Scene, Kula Shaker, Placebo, Bush, Skunk Anansie, Sexy Sadie, Los Planetas y Enrique Morente & Lagartija Nick.
Os dejo con el programa y espero que lo disfrutéis tanto como yo cuando lo grabé.
George Harrison murió el 29 de noviembre de 2001, después de pasar el calvario de un cáncer de pulmón (fumaba muchísimo). Justo un año después salía editado Brainwashed, el disco póstumo con sus últimas grabaciones, un disco irregular, como todos los proyectos musicales en los que domina la tristeza, el aislamiento social, cierta agonía disfrazada de metáforas y lenguaje irónico, pero que es el reflejo absoluto de la personalidad de su autor, con todas sus aristas. Cuando digo lo del aislamiento social no es inventado, el propio George decía en el making of del disco: "Si estoy en mi jardín me encuentro bien, pero si salgo ahí fuera no siento que este sea mi planeta". El trabajo estaba producido por su gran amigo Jeff Lynne junto a su hijo Dhani Harrison y uno de los singles fue el tema que lo abría Any road, una suerte de medio tiempo de aires folk y country en el que advertía sobre el peligro de la desorientación personal y mostraba su usual ligadura con Dios, algo retórico en varios cortes y clásico ya desde hace muchos años.
George Harrison tenía la muy difícil labor de sacar un disco posterior a All thing must pass y que no palideciera ante este. Living in the material world se edita en 1973, dos años y medio después de aquel y con la producción a medias del propio George junto a Phil Spector. No es un mal disco, aunque si que es cierto que no llega a la excelencia de su predecesor, pero ya quisieran muchos músicos hacer un disco como este. Su sonido inconfundible con la guitarra slide, los pianos beatlianos, y esas composiciones hermosas con grandes y emotivas melodías (aunque el tono tristón invade el trabajo), mezclado con esas letras maduras, reflexivas y de carga espiritual profunda, además de su sensible voz son suficientes detalles para un buen disco.
Give me love (Give me peace on earth) es una fantástica canción que se convirtió en clásico inmediato y que contiene varias de las mejores características del británico.
Os dejo con Give me love (Give me peace on earth) en vivo.
Como ya dije hace ya más de dos meses aproximadamente, la banda británica The Darkness ha publicado nuevo disco el 19 de noviembre titulado Motorheart, dos años después de aquel buen disco Easter is cancelled. El cantante y líder de la banda Justin Hawkins ha dicho al respecto: "Motorheart rockea más potentemente que cualquier cosa que hayamos hecho hasta ahora. Me pone muy contento y estoy muy orgulloso de ponerlo en marcha". Habrá gira por Inglaterra en noviembre y diciembre para presentar el trabajo con British Lion, la banda paralela del bajista de Iron Maiden, Steve Harris, como teloneros (aunque las últimas noticias barruntan posible cambio de telonero). El tema que da título al trabajo, era un auténtico pepinazo rockero que suena a las mil maravillas y fue del primero que hablé. Luego tuvimos un segundo adelanto titulado Nobody can see me cry con un ritmo de sección rítmica cercano al metal, pero cuya melodía y cambios son de rock and roll, buen tema. Más tarde llegó el tercer tema de adelanto, Jussy's girl, buena tonada rockera que en ciertos momentos me recuerda a los Queen ochenteros y con buenos fiffs. Y luego vino It's love, Jim, un gran tema de tremendo y frenético ritmo rockero y con un vídeo muy gracioso. Ahora tenemos Welcome tae Glasgae, un rock rotundo y de ejecución fantástica que confirma la dureza y buen nivel del disco.
La primera canción escrita por George Harrison para The Beatles que entra en un disco es Don't bother me, que se incluyó en With the Beatles, el segundo álbum de los Fab Four de 1963. George en aquella época y reconocido por él, se veía todavía inferior al dúo Lennon-McCartney en el tema compositivo, pero también en el tema vocal, limitándose a tocar bien la guitarra y hacer coros. Pero George no cejaba en su empeño de avanzar y de mejorar, por lo que poco a poco inició un camino en la composición de canciones, que empezaría a dar sus frutos en el disco Help! en 1965, y ya sería a partir de ahí una subida sin freno. Pero antes y entre 1963 y 1965, él lo seguía intentando, y en 1964 entregaba a George Martin otro tema titulado You know what to do, que se grabó el 3 de junio de ese año (con A Hard day's night ya grabado) y que tiene la anécdota de que Ringo estaba enfermo y no estuvo en la grabación y fue sustituido por Jimmy Nicol, un batería de sesión, que ensayó con ellos aunque no grabó el tema que hicieron George a la voz y guitarra, Paul al bajo y John a la pandereta. La canción fue desechada y no incluida en Beatles for sale, siguiente disco de ese año, que saldría ya en diciembre, pero salió editada en el Anthology 1 en 1995, al menos.
Se trata de un buen tema, de buena melodía y aunque George no tiene todavía la voz madura del todo, aporta un registro diferente al de sus dos compañeros dominantes en la banda.
La entrada número 6881 en este blog, coincide con la celebración del décimoprimer Aniversario ya de éste espacio de la blogería. Tal día como hoy, hace la ya respetable cantidad de 11 años éste que escribe inició una aventura músico-blogera que ni mucho menos imaginaba que iba a llegar dónde ha llegado. Muchas entradas o posts lo que da una media de 2 al día, más de dos millones de visitas, que da una media de 400 visitas diarias, 354 seguidores fijos, son algunos de los datos que reflejan tanto mi trabajo como la respuesta recibida, que os puedo asegurar es magnífica.
Sé que he tratado de mejorar los posts y estar al día en todo tipo de noticias musicales, y superar aún más, mis viejas secciones como Mis temas favoritos o Grupos de un sólo disco y Un vídeo o dos al día, otras como Reuniones geniales y seguir con mis Entrevistas con... sección de la que estoy muy orgulloso, mis imprescindibles crónicas de conciertos (que este año empiezan a recuperarse), además de reseñar cada vez más discos enteros y estar atento siempre de novedades. La sección con mis pinchadas también se ha reactivado, y está funcionando. También, la repercusión a través de redes sociales como facebook o twitter ha dado mayor cobertura si cabe, a esta décimoprimera temporada. Por si fuera poco, mi programa de radio Música Sideral, que cambió de emisora hace ya cuatro años y pico para mejorar, sigue su camino en Radio Enlace y todos los martes hay un nuevo capítulo que se va consolidando y con una respuesta también muy buena.
Quiero daros las gracias a todos los que entráis a mi pequeño espacio, comentéis o no, porque sin vosotros esto no sería nada, y lo sabéis, y a todos aquellos/as que se han incorporado en ésta última temporada, también a los que critican (a los que lo hacen educadamente).
Y cómo no, aquí gracias a este espacio he hecho amigos blogeros imborrables, que lo son para toda la vida (creo), la gente del Quinto Beatle, un emocionado recuerdo a la Kinkalla, gente extraordinaria que muchos de ellos también formamos una pequeña gran familia. Y por supuesto, gracias a la gente que asiste a mis pinchadas de música, que están poco a poco regresando. Por otra parte, mi segunda aventura con mi blog de cine "My Kingdom for a film" sigue también su curso, y hace poco cumplió su noveno aniversario.
Como celebración vamos con un pequeño concierto de Robert Plant & Alison Krauss con su reciente álbum Raise the roof donde tocan algunos temas del disco en el Sound Emporium. Vamos a escuchar Searching for my love, Trouble with my lover y Can't let go donde vuelve a estar a la guitarra solista el gran y enorme JD McPherson.
Lo vengo diciendo hace ya meses, Alison Krauss y Robert Plant vuelven a reunirse 14 años después de aquel gran disco Raising sand de 2007 y han editado ayer nuevo álbum el 19 de noviembre titulado Raise the roof. Igual que aquel primer trabajo, es un disco de versiones producido por T Bone Burnett bajo el sello Warner Music. La primera dama americana del bluegrass y el cantante de los británicos legendarios Led Zeppelin, entrelazan sus voces de manera perfecta dentro de un álbum que está repleto de versiones en onda folk, country, blues o incluso rythym and blues. Este trabajo mantiene la cuidada y aparente simplicidad de aquel, con el desafío que supone lanzar otra tirada de versiones (sólo hay un tema original) y ellos vuelven a ser maestros en desempolvar y llevarlas a ese terreno que ambos han creado donde hay ritmos frescos y un sello propio. Si hace 14 años levantaban la arena, aquí levantan el techo.
Cabe destacar que el cantante de Led Zeppelin es un músico que ha sabido llevar una carrera variada y expandida desde su salida de la banda, su amor por el doo woop de la década de los 50, su pasión por la música asiática, y por supuesto su amor incondicional por el rock and roll se completaron de manera perfecta cuando en un concierto tributo a Lead Belly en 2004 conoció a Alison Krauss, ganadora de premios Grammy con récord, la que más tiene, el primero se lo llevó con 18 años. La química fue inmediata y eso se tradujo tres años más tarde en Raising sand.
La nómina de colaboradores es tremenda, Jay Bellerose a la batería, los guitarristas Marc Ribot (que también toca banjo), David Hidalgo, Bill Frisell o Buddy Miller, Russ Pahl al pedal steel guitar o Stuart Duncan a la mandolina entre otros.
El disco comienza con una versión de Calexico, el Quattro (World drifts in), según parece el tema que animó a Krauss a hacer este segundo trabajo, y francamente no me extraña, porque hacen la canción suya con esa base folk, y sabiendo transmitir ese aire nómada que lleva implícito el tema, extraordinaria manera de empezar. The price of love es una versión de los Everly Brothers que ellos ralentizan y hacen incluso psicodélica, aunque no digo que la original que tenía más brío no tuviera también ese aire oscuro algo escondido, y ellos lo han sabido ver. Go your way, es la versión de Anne Briggs que ellos hacen con una fragilidad especial, y que es realmente deliciosa. Trouble with my lover es un tema original de Allent Toussaint que cantó y popularizó Betty Harris allá por 1968 y donde Alison se hace con las riendas desde el inicio en una suerte de bluegrass-country contenido que abruma. Searching for my love es un tema donde Plant se siente a sus anchas y canta libre como un pájaro, en una canción inocentona y dulce que tocaban en su día Bobby Moore & The Rhythm Aces. Can't let go fue el primer adelanto que conocimos, canción original de Lucinda Williams y escrita por Randy Weeks y que en manos de este dúo es una auténtica joya porque sus voces entrelazadas son una maravilla y la parte instrumental es de caerse de espaldas, brutal.
It don't bother me es una versión de Bert Jansch, guitarrista escocés cuyo tema daba título a su segundo disco de 1965, miembro del grupo de folk Pentangle. Plant siempre se ha declarado fan de este músico. En la versión es Krauss quien lleva el peso vocal. You led me to the wrong es una versión en todo oscuro (como la mayoría del disco) del narrador de la vida de los Apalaches Ola Belle Reed, donde los violines están fabulosos. Last kind word blues es una versión de Geeshie Wiley donde Alison está realmente sublime, y Plant acompaña en el momento adecuado y necesario, enormes. High and lonesome es el único tema propio de la colección compuesto por Plant y T Bone Burnett, gran medio tiempo con Robert excelente al cante, una pasada. Going where the lonely go ralentiza y mucho el ritmo en esta versión de Merle Haggard y Dean Holloway, y escuchando el disco yo decía ya hemos llegado al final (es la típica para terminar), pero aún no. Somebody was watching over me, la versión de Brenda Burns sin embargo coge de nuevo el vuelo y en una suerte de folk-rock acaba el disco de manera notable.
Como extras en la edición deluxe vienen dos temas, el My heart would know de Hank Williams, tema country de manual y donde ella está en su salsa, todo hay que decirlo. Y el otro extra es You can't rule me del último disco de Lucinda Williams de 2020 (Good Souls better angels), buena versión para terminar con armónica destacada.
En definitiva una segunda parte de esta maravillosa colaboración que me parece realmente especial y que no desentona para nada con aquella y mágica primera de catorce años atrás, con grandes versiones y una calidad exquisita.
Os dejo con Can't let go interpretada por ambos en el Late Show de Stephen Colbert y donde a la guitarra aparece un viejo conocido de esta casa, un tal JD McPherson que es el que hace el fantástico solo.
Como dije en su día cuando hablé del álbum, Foo Fighters editaron el ya lejano 5 de febrero su nuevo álbum Medicine at midnight, 4 años después de su anterior referencia discográfica, aquel Concrete and Gold. Este es su décimo álbum de estudio y ha sido producido por Greg Kurstin y la propia banda y fue dado a conocer a finales del año pasado en el mítico programa Saturday Night Live, donde ya tocaron algún tema del disco como el primer adelanto Shame Shame. Este álbum tiene también el cometido de ser la excusa para celebrar el 25 aniversario del grupo. Una cosa indudable que ha conseguido esta formación, ahora sexteto, es que tienen un sonido claramente identificable, sea cual sea el estilo al que se van dentro de su ya amplia paleta musical. Dave Grohl sigue liderando, cantando y tocando la guitarra, Taylor Hawkins sigue aporreando y de qué forma las baquetas, Rami Jafee está a las teclas y piano, Nate Mendel es el bajista, Chris Shiflett el guitarra solista y Pat Smear el otro guitarra.
Love dies young es el tema que cierra el álbum, una animosa y rockera canción de guitarras centelleantes cuyo vídeo es bastante gracioso, donde a unas nadadoras de natación sincronizada se les incrustan las caras de los miembros de la banda con los pelos recogidos y pareciendo una de ellas con sus gorritos y todo.
Os dejo con el tema y vídeo (menuda charla al principio del entrenador) de Love dies young.
