Como decía el otro día conocí a Sixto Rodríguez, como casi todo el mundo a través del documental "Searching for sugar man" me descubrió a un cantautor de finales de los 60 y principios de los 70, cuyo estilo es una mezcla entre Nick Drake y Bob Dylan, pero con letras mucho más profundas y reivindicativas si cabe, mucho más si tenemos en cuenta que él era un obrero de los barrios más pobres de Detroit, y así nos hizo conocer a un artista que no tuvo repercusión ninguna en su época. Lo curioso del asunto, y que se cuenta con detalle en dicho documental, es que Rodríguez, como era conocido, triunfó sin él saberlo al principio, en la Sudáfrica del apartheid, casi como si fuera un milagro, y durante dos décadas se convirtió, sin saberlo, en un icono contra el sistema supremacista blanco. Sus dos discos, Cold Fact de 1970, y Coming from reality de 1971, se vendían y copiaban en aquel país como churros, y les servía de banda sonora ideal para luchar contra un sistema autoritario, que restringía todo tipo de libertades.
El primer álbum es más acústico, y en Coming from reality, Rodríguez es más guitarrero eléctrico y se empapa de las influencias de la música dominante en la época donde los teclados tenían mucha importancia, algo que se nota mucho en el primer corte, ese Climb up on my music.
El primer álbum es más acústico, y en Coming from reality, Rodríguez es más guitarrero eléctrico y se empapa de las influencias de la música dominante en la época donde los teclados tenían mucha importancia, algo que se nota mucho en el primer corte, ese Climb up on my music.
Os dejo con el tema Climb up on my music.
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