La banda galesa Badfinger es uno de esos casos en el mundo de la música que cuesta entender. Este grupo, apadrinado por George Harrison y Paul McCartney, fueron los precursores del powerpop en su país, un grupo fiel a su estilo, sonido y de gran calidad en sus composiciones, totalmente opuesto al rock sinfónico reinante en la época. La banda tuvo éxito comercial, a principios de los años 70, y tuvieron un contrato con Apple Records, el sello de los Beatles, y luego con Warner, pero una serie de problemas con sus sellos, que venían de sus mánagers, hizo que no recibieran dinero de sus ventas, pese a su éxito, por lo que tuvieron problemas económicos serios, que llevaron a dos de sus miembros al suicidio en 1975 (Pete Ham) y 1983 (Tom Evans). Cuando a Paul le preguntan por ellos, su expresión de eterna alegría y buen rollo, se torna triste y suele exclamar "Oh, Badfinger. Su historia es una tragedia de Shakespeare".
En 1970 editaron dos discos, y vaya dos trabajos, por un lado Magic Christian Music y por otro el mítico No dice. Del primer disco, rescato hoy una canción que estaba compuesta por Paul McCartney, y que el Beatle ordenó al grupo respetar la demo tal y como estaba, se trataba de una canción con la que estaba trabajando con los Beatles, pero que nunca llegó a grabar. Esa canción era Come and get it.
En 1970 editaron dos discos, y vaya dos trabajos, por un lado Magic Christian Music y por otro el mítico No dice. Del primer disco, rescato hoy una canción que estaba compuesta por Paul McCartney, y que el Beatle ordenó al grupo respetar la demo tal y como estaba, se trataba de una canción con la que estaba trabajando con los Beatles, pero que nunca llegó a grabar. Esa canción era Come and get it.
Os dejo con Come and get it, que vendió más de un millón de copias en poco tiempo.
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