En el año 2002 Juan Perro (alter ego de Santiago Auserón) editó Cantares de Vela, un disco de los más nocturnos, melancólicos, tristes, amargos, nostálgicos, sombríos y hasta quizás desconsolados que he escuchado, pero a la vez de los más bonitos de los que se han hecho en lengua castellana. Musicalmente tiene un aire jazz, pero donde caben más estilos como el son, el swing, algo de soul y pizca de blues.
El tema que abre el álbum, No más lágrimas, es un canto a la esperanza desde la desilusión, que destila jazz por los cuatro costados, pero que en el fondo es un blues con fachada de ritmos latinos, en concreto de son cubano. Una fábula de trovador, una poesía que te embriaga, y dónde hay versos memorables como este: "Déjame con mi ceguera, no más leños en la hoguera, quedan brasas de rencor, ay amor".
Ayer Santiago Auserón tocó en Madrid, por las fiestas de San Isidro, mi patrón y el de todos los madrileños, en la Plaza Mayor, ¿hay algo más castizo? Él es nacido en Zaragoza, pero es madrileño de adopción y como no, es un enamorado de Madrid. Dio un concierto descomunal con la Orquesta Sinfónica de Madrid, en el que repasó casi todo su repertorio, tanto de su carrera en solitario, como de su época de Radio Futura, antología en estado puro, clase y mucho estilo.
No más lágrimas sonó dos veces, en su momento a mitad del concierto, y ante la insistencia del respetable con otro bis, al final del todo, qué maravilla y qué temazo.
Os dejo con el vídeo de No más lágrimas.
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