En el año 2004 apareció una banda en el panorama musical que rompió moldes, y de qué manera. Eran los escoceses Franz Ferdinand (cuyo nombre hace honor al archiduque austriaco asesinado por el extremista serbio Gavrilo Princip, acto que supuso el desencadenante de la I Guerra Mundial) y os aseguro que la primera vez que los escuché, pensaba que eran alemanes, pero nunca escoceses. Me dejaron boca abajo con su primer single, Take me out, bandera de su primer disco homónimo. A día de hoy se trata de un himno, coreado hasta rabiar en sus conciertos, en pinchadas y demás. Se trata de un hit en toda regla ya que su ritmo y su música son demoledores, con una melodía pegadiza a más no poder y un estribillo que se te queda rápido. De esas canciones que no paras de tararear, sin llegar a quemarla, que es lo que hay que hacer.
Os dejo con el vídeo del temarraco sideral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario