El Boss cumple hoy 62 años.

Pues si hace poco hablé desgraciadamente de la muerte de Clarence Clemons, hablo ahora del cumpleaños de El Jefe, Bruce Springsteen, al que no había dedicado todavía un post en condiciones. Mucho se puede hablar de él, sé que en la blogosfera hay auténticos fanáticos de él, a mi me gusta mucho, tengo casi todos sus discos, y me parece que es un músico imprescindible. Si se hace un repaso mental no demasiado grande, te das cuenta de que su legado musical es inmenso, que tiene discazos a porrones, y que partiendo de su admiración a Dylan, Seger y de asimilar sus influencias y demás, creó su propio estilo.

No lo negemos, siempre ha sido un currante de la música, y un tio machacón, reconocido por él y los que le rodean, en el buen sentido, es decir, cabezota hasta que las cosas han salido como él pensaba o creía. Verle en directo es una delicia, es dónde encuentras lo mejor de él, en conjunción con la E Street Band, un binomio perfecto, una máquina bien engrasada, aunque con la ausencia de Clarence la cosa va a estar muy dificil a partir de ahora, ya que era un pilar básico.

De su discografía me quedo con muchos discos, todos de los 70 son de altísima calidad, en los 80 arrasó a nivel ventas y Born in the USA es imprescindible, en los 90 fué su etapa de separación de la banda, discos acústicos y vuelta al redil, y en este siglo ha facturado discos excelentes como Magic o Working on a dream.

Desde este humilde espacio felicito al Jefe y os dejo con uno de los temas que más me gustan de siempre (de la enormidad de ellos que podría poner), el No surrender de 1984 en directo en Washington en 2004.