2 Años sin Aretha Louis Franklin.

Aretha Louis Franklin murió tal día como hoy en 2018 en Detroit a los 76 años de edad, después de recaer de un cáncer de páncreas que se le detectó en 2010. Nacida curiosamente en Memphis, Tenneesse, falleció justo el día en que el chico de Tupelo, Elvis Presley, se nos fue, una fatal casualidad.

Era hija de un conocido reverendo y de una cantante de gospel, comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su padre y lo suyo no era solo el soul, sino que le daba al gospel, y lo introdujo en la música secular, incluso al rhythm and blues y al jazz, pero su indudable calidad a la voz la confirieron pronto los calificativos de Dama del Soul o Reina del Soul, mientras el trono masculino se los disputaban Sam Cooke y Otis Redding. A mediados de los 60, es la auténtica estrella femenina del soul, algo que aprovechó en favor de los derechos raciales en EEUU, siendo bastante influyente. En 1987 fue la primera mujer en entrar en el Rock and Roll Hall of Fame.

Su vida personal estuvo truncada de muchos momentos poco agradables, un embarazo cuando era muy joven, un matrimonio violento, y posteriores desdichas.

En 1956, con tan solo 14 años editó su primer disco donde mezclaba soul y gospel, pero no será hasta 1961 cuando encarrile ya su carrera con su segundo trabajo y ya siendo mayor de edad, donde fichó por Columbia que la fue introduciendo más hacia el terreno jazz, hasta que se fue en 1964, para volver a la discográfica donde debutó, JVB/Battle Records, para más tarde pasarse el sello Harmony.

Cuando Aretha abandona Columbia y luego ficha por Atlantic Records, Jerry Wexler, el famoso productor quiso sacarle todo el jugo soul a la artista, y así su primer single para Atlantic fue "I never loved a man the way I love you", que contaba con el acompañamiento de la Muscle Shoals Rhythm Section en Alabama, para el que muchos críticos es una de los techos de la música soul. Pero en 1967 alcanzó el éxito masivo con el álbum cuyo título era el del tema citado unas líneas atrás, y que juntado con versiones de Ray Charles o Sam Cooke, más las suyas propias pegaron un buen pelotazo.

Pero para mi ella se doctora en 1968 con dos discos excepcionales, Lady Soul (donde colaboraba Eric Clapton) sobre todo y Aretha Now, tremendos trabajo ambos.

En la década de los 70 se dedicó a hacer versiones de clásicos del pop, rock y el soul, de Beatles, Simon & Garfunkel, el mítico Sam Cooke de nuevo, etc...

En la década de los 80 recuperó fuelle con varios discos que la volvieron a colocar en la primera plana, aunque también cayó a mediados de década embrujada por el pop del momento. A partir de ahí en las décadas de los 90 y el nuevo siglo hizo muchas galas, participó en muchos conciertos en los escenarios de EEUU de toda índole. 
Su legado es tremendo, y su voz un referente, y a eso nos debemos de agarrar, ya que ella siempre estará con su música en nuestros corazones.

Hoy en este pequeño homenaje me acuerdo del tema Never gonna break my face junto a The Boys Choir of Harlem que interpretó en enero de 1972 en un concierto de gospel en la Iglesia Bautista Misionera New Temple en Watss, Los Ángeles, grabando así el álbum más vendido de su carrera, el Amazing Grace y de cuya película sale este vídeo.