The Dream Syndicate, la banda californiana renacida en estos últimos años, están de gira presentando su nuevo disco These times de este 2019 y ayer recalaron en la capital de España. Es difícil describir lo que significó el primer disco de The Dream Syndicate, editado en el otoño de 1982 "The days of wine and roses". Para muchos, significó el punto de partida del renacimiento del rock americano, sirvió para redescubrir a bandas como The Byrds y para impulsar nuevos proyectos como R.E.M, y aunque muchos lo descubrimos muchos años más tarde, su influencia es abrumadora. 37 años después, son un grupo de culto minoritario en su país natal. Sin embargo, en Europa su repercusión a lo largo de los años ha sido mayor, especialmente en España, donde su líder, Steve Wynn, ha sido reverenciado en sus sucesivos proyectos y encarnaciones por un nutrido grupo de fieles entre los que estamos unas pocas almas. Dennis Duck junto a Steve son los únicos miembros originales que quedan, de los que fundaron el grupo en su día.
Lo de ayer, no podría describirlo con palabras, aunque trataré de hacerlo, en un resumen escueto fue UN ESCÁNDALO. El sonido de esta sala es fantástico, a mi siempre me ha gustado, pero ayer The Dream Syndicate dejó claro como tiene que sonar un grupo de su calibre, fueron demoledores. El sonido de las guitarras fue descomunal, con esas influencias de la Velvet Underground, Sonic Youth (muy claras), Pixies y del Neil Young más corrosivo con Crazy Horse. Mark Walton al bajo, Jason Victor a la guitarra y Chris Cacavas a los teclados completaban el quinteto, y vaya tres musicazos, lo bordaron, el bajista no dejó escapar ni una sola nota incluso en los largos sólos instrumentales, un portento, además de los solos de guitarra salvajes de Jason cuyos duelos con Steve Wynn fueron bestiales, las guitarras chirriaban y daba gusto, mientras Cacavas era capaz de adornar cualquier tema al mando de las teclas. Además y por si fuera poco, la manera de cantar de Wynn acentuando en cada momento las frases y apuntillando cuando el público debía hacer coros... fue majestuoso, incluso en los silencios.
En cuanto al tracklist, una maravilla (aunque he de decir que me faltó algún tema). De These times, el disco que presentaban, escuchamos Put some miles on, Black light, Bullet holes, Recovery Mode y ya en los bises Still here now (fantástica). De su disco de 2017, empezaron el concierto con How did I find myself here? una manera muy atrevida de empezar, con una canción tan larga, trabajo del que también escuchamos 80 West, Out of my head (brutal) y Glide. De temas de la primera época, como es lógico sonaron de su primer disco When you smile, That's what you always say, Tell me when It's over, Hallowen (maravillosa, con un duelo guitarrero bestial) y ya en los bises la propia The Days of Wine and Roses. De Medicine show cayeron The Medicine Show y Armed with an empty gun más When the curtain falls y The Side I'll never show del Ghost Stories, y una versión que hicieron de un tema de las Bangles, el Hero takes a fall, a parte de cerrar con Boston en último lugar, aquel tema del Out of the grey.
Os dejo con Black light tal y como sonó anoche.