Redd Kross, la banda californiana comandada por los hermanos Jeff y Steven McDonald, editaron el pasado 23 de agosto nuevo trabajo titulado Beyond the door, siete años después del magnífico Researching the blues. Jason Shapiro a la guitarra solista y Dale Crover a la batería son los músicos habituales en directo desde hace ya unos años y que han grabado el disco.
El álbum fue mezclado en Los Ángeles por Steven McDonald y ha tenido diversas colaboraciones como Anna Waronker de la banda That Dog, Geré Fennelly, Buzzy Osborne de los Melvins o Josh Klinghoffer entre otros. Jeff y Steven se reparten más o menos las composiciones, estando a un enorme nivel.
Vuelve a ser una colección de canciones memorables, que se escuchan una detrás de otra sin trabas. Sus referencias sesenteras y setenteras siguen siendo la base, momentos donde Beatles, Kinks, algo de Stones, el bubblegum y el glam, algo de los Kiss, etc., surten a la banda para ser ellos mismos al fin.
Y qué decir, el disco me tiene volada la cabeza, porque primero son una banda muy favorita, segundo siguen siendo muy buenos y tercero lo han vuelto a hacer.
El disco empieza con The Party, un tema festivo de inicio, muy alegre que coge prestado una parte del tema de Henry Mancini, para hacer su propia mezcla y volverla powerpop, quitando el sitar de la entrada claro y los vientos, una delicia para empezar. Sigue el trabajo con Fighting, composición de Jeff McDonald y sin duda el lado más rockero de los californianos, ese rock de onda setentera que tan bien les sienta, con coros y deliciosas transiciones, maravilla absoluta. Beyond the door con ese espectacular inicio de bajo de Steven McDonald me pone en órbita, para que luego entre Jeff para cantar de vicio un powerpop que suena a clásico de siempre de este grupazo, y donde el aporte al piano de Geré Fenelly es soberbio. There's no one like you es un tema de Steven compuesto a medias con Anna Waronker y que canta el propio Steven, medio tiempo acompasado y con un riff de guitarra solista que me atrapa, aparte de los coros que Jeff aporta a su hermano, brutal el cambio y el paso al rock desatado. Ice cream (Strange and Pleasing) es un tema de onda claramente beatle en las voces, y con cierto toque bubblegum que tanto les mola, deliciosa composición de Jeff.
Fantástico Roberto es otro tema de Jeff, ágil, rápido, rockero y donde la sección rítmica es una absoluta gozada que se disfruta y mucho. The Party Underground es una composición de Steven muy festiva (el disco es muy alegre en muchas partes) con cierto toque beatle en las voces con ese juego doble de ambas, y ese solo de guitarra bestial, gran tema. What's a boy to do? tiene un inicio muy muy beatle de mediados de los sesenta, para adentrarse ya en el rock con algún toque más setentero ahí (Hollies podría ser), pero llevándolo a donde ellos son maestros, a su powerpop con etiqueta negra. Punk II vuelve con Jeff a la composición y una vertiginosa batería de entrada, para una pieza desatada de principio a fin, otro chupinazo en todo el esternón. Jone Hoople es un tema a medias de Jeff con Kim Shattuck, otro sputnik directo a los corazones powerpoperos, una maravilla que define a una banda y su estilo, joya absoluta. Acaba el disco con otra versión de los hermanos Mael (Sparks), ese When Do I get to sing "My way" cantada por Steven McDonald, al que su hermano Jeff hace coros, es un rock esencial llevado a su estilo, un temazo de tomo y lomo, donde Josh Klinghoffer toca la guitarra solista.
En definitiva, Redd Kross han vuelto por la puerta grande, siete años de silencio, pero que merecen y mucho la pena, porque estos 11 pepinazos son un catálago espectacular de una banda a la que solo cabe adorar por los siglos de los siglos, no hay nadie como ellos y no tienen rival.
Os dejo con The Party Underground.