viernes, 7 de noviembre de 2014

Aerosmith - Toys in the Attic (1975)


Los chicos malos de Boston, Aerosmith, editan en 1975 su tercer disco "Toys in the attic" donde el grupo se abre al gran público y empezarán a tener una fama tremenda, además de despegar sus famosas alas. Este es un disco de puro y duro rock and roll, pero también con influencias del soul y el funky, además de blues rock y psicodelia, un compendio de estilos y con unas tremendas cualidades, su tremebundo sonido, su fuerza descomunal y una energía que transmite ya desde el primer tema.
Con este disco la banda ya asienta su sonido, grabando algunas de sus canciones más duras y más misteriosas hasta la fecha. La voz de Tyler ha perdido su inocencia inicial, llevando las metáforas a enrevesadas letras circulares. Me parece que este álbum es fundamental en la década de los 70, a la altura de obras magnas de Led Zeppelin, Deep Purple o algún otro monstruo del estilo.


El disco comienza con el tema que da título al disco, un auténtico trallazo, de esos que no te dejan indiferente, mucho rock de potentes guitarras y esa energía desbordante inicial. Uncle salty es un tema más de esencia blues-rock, elegante y fino, no necesita de un riff de guitarra, apoyándose en su melodía vocal, realmente destacable. Adam's Apple con esa melodía de slide guitar y un Perry sideral, es de esos temas que se te quedan siempre en el tarro con esos sólos bestiales de guitarra. Walk this way con esa intro de la batería y el riff de guitarra te deja claro que estás ante una canción diferente, además de ese bajo que ronronea y hace el ritmo funky junto a la guitarra, nos hallamos ante una de esas canciones memorables, por todo, voces, coros, sólos de guitarra, etc... Big Ten Inch Record es la versión del disco, en tono muy boogie, con aire cincuentero. Sweet emotion con un excelso Joe Perry a la guitarra y la voz de Tyler dominando es de esos temazos que dan categoría de importante a un disco. No more no more quizás nunca tuvo la fama de otros temas, pero seduce y engancha por igual, con un riff de guitarra de un Joe Perry que simplemente está superior. Round and round quizás es el tema más hard rock, emparentado mucho con Queen, el único tema no cantado por Tyler. You see me crying cierra el disco, como la canción lenta del final, pero con un piano excelente y una melodía atractiva, que pone broche de oro a un gran álbum con esos bárbaros arreglos orquestales.


En definitiva un disco de rock and roll imprescindible, de esos reivindicables siempre, que llenan huecos de muchas discotecas que andan descarriadas, porque no tienen rock and roll... hecho con clase y mucha elegancia.

Esta reseña fue originalmente hecha para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con el tema Toys in the Attic en vivo.


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