lunes, 16 de noviembre de 2020

AC/DC - Power Up (2020)


Como he venido anunciando en los últimos días AC/DC editaron nuevo trabajo de estudio el 13 de noviembre titulado Power Up. El rock and roll también necesita de sus referentes en tiempos de pandemia y aquí está la banda más importante al rescate. La formación sigue siendo la que grabó Rock or Bust hace seis años, es decir, Brian Johnson a la voz (le han puesto unos aparatos en los oídos para su sordera), Angus Young a la guitarra solista, Stevie Young a la guitarra rítmica y coros, Cliff Williams al bajo y coros y Phil Rudd a la batería (arreglados ya sus problemas con la justicia). Y francamente creo que se han superado a sí mismos con un muy buen disco, que suena potente, directo y con nuevos riffs que parecen sacar de alguna chistera mágica, otras nuevas variaciones. Y si hay algo que destaca de este trabajo, es que es tremendamente electrizante, y eso es una señal muy reconfortante para los australianos y para los que somos sus fans. Brendan O'Brien ha sido el encargado de producir el disco, y la verdad que se nota su mano para bien, ha energizado al combo aún más, incluso con la novedad de unos teclados. Las composiciones siguen correspondiendo a Angus y Malcom Young, aunque en el caso del segundo sea un homenaje, ya que en breve se cumplen tres años de su fallecimiento, un detallazo.


Realize abre el trabajo, toda una declaración de intenciones, donde las guitarras corren que da gusto y la voz de Brian Johnson está en estado de gracia, mientras los coros te suben al éxtasis, menudo comienzo. Rejection sigue en la onda de su predecesor, riffs poderosos, estribillo adictivo y una canción que suena a clásico instantáneo. Shot in the dark fue el primer single, un auténtico chupinazo en la línea clásica de la banda. Through the mists of time es un medio tiempo melódico de una factura tremenda, que me lleva a los AC/DC de finales de los 80, gran tema. Kick you when you're down tiene un tremendo ritmo y riff, una pasada sus coros y su potencia y estilo, recuperando sensaciones quizás de antaño. Witch's spell no baja el ritmo y es un sobrio tema que deja claro que este disco no tiene bajones y es de alto voltaje, otra andanada que pone los pelos de punta con coros y estribillo adictivo.
Demon fire es una bomba de relojería, con su ritmo abrupto y comandado por las guitarras es una vuelta de tuerca realmente gloriosa, que pedazo de tema que vuelve a traerme a algunas de las mejores fases del grupo en su carrera. Wild reputation abre con riff característico y sigue la línea de grandeza del trabajo, un tema conciso y al grano. No man's land vuelve al tono clásico, aunque no por ello menos bueno, otro pedazo de sputnik que suena a gloria y sobre todo a partir de la entrada del bajo memorable. Systems down es un auténtico himno que suena a las mil maravillas, potencia guitarrera, sección rítmica a mil revoluciones y... si, ahí está el enorme Brian Johnson como pez en el agua cantando como los ángeles. Money shot es otro pedazo de hit, este disco está lleno de ellos, y me atrevo a decir que podría haber sido sin problemas el primer single, con su estribillo brutal, gozada. Code red remata la colección de sputniks, un demoledor final que no deja ninguna duda, que esta vez lo han vuelto a hacer, discazo de bandera y por todo lo alto, ojo porque entra a formar parte de mis favoritos de la banda y eso es mucho.



En definitiva muchos pensarán que este disco es uno más, gran error, es una colección de pepinazos de rock and roll de altísimo nivel, reinventándose como sólo ellos saben hacerlo y en un estado de forma bestial.

Os dejo con Demon fire.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario