En abril de 2014, se cumplieron
20 años de la edición del tercer álbum de la banda británica Blur, integrada por
Damon Albarn a la voz, teclados, moog, vibráfono, etc., Graham Coxon a las
guitarras acústicas y eléctricas, clarinete, saxofón y percusión, Dave Rowntree
a la batería y percusiones y Alex James al bajo y voz (en el tema Far out).
Probablemente sea el disco más accesible del grupo, el más abierto, y dónde hay
una tirada de temas más incontestables. Stephen Street repitió a la producción,
como en los dos anteriores discos.
No ha de olvidarse algo
fundamental, y es que la primera parte de los 90, el grunge es el estilo
dominante, y no es hasta la muerte de Kurt Cobain cuando se deja de mirar un
poco a Seattle. Precisamente ese descontento generalizado en Gran Bretaña que
encontró Blur, lo reutilizó en Parklife como convergencia lírica, musical y
estética para que Inglaterra saliese de esa oscuridad, frenara la invasión
americana y volviese la tortilla hacia su lado para hacer ver que ellos, los
británicos, son la verdadera heredera de una tradición fundamentalmente de
rock.
En las letras siguen las influencias de Ray Davies,
pero adaptadas a la época (los 90 en este caso) sobre como viven y se comportan
los hombres y mujeres normales de su país. Lo más curioso es que este álbum y el
primero de Oasis son tomados como los que iniciaron el llamado "Britpop",
entendido como fenómeno cultural, que transcendió más allá de los musical, para
ser la banda sonora de los cambios que se estaban produciendo en aquel país, ya
que después de muchos años de gobierno conservador, le iba a suceder otro menos
conservador (por decirlo suavemente), los años de Tony Blair.
Las ironías de Damon en las
letras (con clara influencia de los Kinks), apuntaban al achatamiento cultural
que sufría su sociedad, y el enemigo americano era el “invasor”, que casualmente
amenazaba con discos increíbles, como los de Nirvana o Pearl Jam. Por otro lado
no se nos debe olvidar un detalle, nos encontramos ante 4 tipos que son excelsos
músicos, que tocan muchos instrumentos y musicalmente muy preparados.
El disco comienza con Girls and boys, para mi un
rompepistas sin discusión, un hit, un bombazo, que a día de hoy sigue
funcionando en fiestas, pinchadas, guateques y demás, con un ritmo de lo más
pegadizo, una línea de bajo excelsa y las guitarras de Coxon arremetiendo,
además de un estribillo demoledor. Tracy Jacks tiene momentos de post punk
realmente destacables, con el bajo en plan estrella de nuevo y las guitarras
como acompañamiento, y una letra que transmite aburrimiento, apatía, los días
pasar... (esos coros brutales). End of a century es un manifiesto total y
absoluto, de final de un siglo que es quizás el más distinto y a la vez
alucinante de todos, menuda letra "Good morning tv. You’re looking so healthy…”;
“Sex on the tv. Everybody’s at it “, así eran los 90, muy radicales, luchando
por libertades pero sin terminar de rematarse. Parklife, tema que da título al
álbum es una burla satírica de Damon, pero siempre acompañado de humor (ese
humor británico), y además Coxon aquí está a sus anchas tocando como quiere
guitarras, sin olvidarnos de otro estribillo glorioso. Bank Holiday es
claramente un tema punk que pega y sacude. Badhead es una canción excelente, de
los menos apreciados de la banda y para mi una joya, grandes arreglos, preciosa
voz de Albarn y ecos a los Smiths. The Deb Collector es un tema totalmente
circense y divertido, un contrapunto perfecto hacia la mitad del álbum. Far out
cumple una función muy parecida, esta cantada por Alex James con su galáctica
letra.
To the end inicia la
segunda parte, pero también cambia el tono, es otra bella y preciosa canción, se
trata de un baladón soul con una letra antológica, donde se hace acompañar de
Laetita Sadier, cantante de Stereolab y ese estribillo sublime. London loves
y Trouble in the message recuperan un aire new-wave, bastante ochentero, con
bases, teclados y guitarras en esa onda. De Clover over Dover podemos decir algo
parecido a sus dos predecesoras con la inclusión de ese clavicordio glorioso y
fantasioso. Magic America se inicia con guitarras rabiosas, que son la base de
las críticas en las letras de Damon. Jubilee es muy cañera, estilo punk y letras
furiosas, y donde Albarn se mete con la televisión basura. This is a low es otro
tema bestial, se trata de un tema perfecto, bajo, melodía, ese sólo de guitarra
¡¡¡oooohhhh, por dios!!! Lot 105 cierra el disco casi de manera testimonial, una
sonata instrumental sin más, acelerada en su parte final.
En definitiva un enorme disco de la década de los
90, quizás el mejor de Blur (eso ya para gustos colores) aunque que a día de
hoy, aguanta muy bien el paso del tiempo. Pero ante todo hubo un antes y un
después, sobre todo para el grupo, después de este disco, ya que se les empezó a
tomar muy en cuenta y se les puso en el trono que merecidamente habían
obtenido.
Este texto fue realizado por mi para Exile Subterranean Homesick Magazine y ahora reposa en mi espacio.
Os dejo con el vídeo de To
the end.
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