Quinto disco del grupo de Leicester, que están ya consolidados como una de las grandes bandas de Gran Bretaña, no sin cierta falta de reconocimiento de algún sector algo retrógrado. En éste trabajo deciden arriesgar otro poco más, quizás su evolución no sea tan grande como lo fue en Velociraptor!, pero nunca debemos olvidar que Kasabian es un grupo de electrónica que cuando lo quieren mezclar con rock han sido grandiosos, y ese es para mi su gran punto fuerte.
Sin embargo, a pesar de que el disco contiene auténticos bombazos y rompepistas, el resultado en cojunto se queda algo menos compacto que su anterior álbum. Sergio Pizzorno sigue al mando de las composiciones y Tom Meighan cantando de lujo.
Eso si, es un disco que con las escuchas (como está pasando con varios discos últimamente) gana muchísimo.
Eso si, es un disco que con las escuchas (como está pasando con varios discos últimamente) gana muchísimo.
La pequeña intro de (Shiva) sirve para chocarte de frente con el primer corte explosivo del disco que es Bumblebeee, un cañonazo de rock y electrónica a partes iguales que el grupo sigue facturando como rosquillas, donde destacan unas segundas voces arrolladoras. Stevie con una leve introducción de cuarteto de cuerda, irrumpe con un ritmo fantástico en una canción que recuerda mucho a la onda del anterior disco. (Mortis) es el siguiente corte de transición para que llegue Doomsdey un tema que va a ser clásico también en sus conciertos, muy en la onda electrónica-rockera con estribillo accesible. Treat nos traslada más a su primer trabajo, tema casi experimental y de onda muy electrónica. Glass es quizás el más psicodélico y lisérgico tema del disco, muy de onda Pizzorno con cambios de ritmo muy acertados. Explodes sigue en la línea de experimentación con teclados casi en onda Kraftwerk, y una melodía acertada. (Levitation) es la tercera microcuña que sirve para enlazar con Clouds, una canción en el mejor estilo de la banda inglesa y que desde luego a mi me resulta el tema más excitante del disco, muy bailable a la vez. Pero si hablamos de rompepistas, Eez-eh cumple esa premisa totalmente, y por eso quizás fue elegida primer single sin duda algúna, tema redondo y muy potente. Bow navega a medio camino entre la balada y la evolución, y se queda como a medias, sin definir del todo. S.P.S acaba el disco tranquilamente con coros y preciosas voces en una bonita balada.
En definitiva, un buen disco, que sirve de gran excusa para petar estadios, festivales y todo lo que se les ponga por delante, porque en directo son una auténtica apisonadora.
Os dejo con Eez-eh interpretado en vivo en el programa de Jools Holland, un tema para reventar pistas y que yo ya he comprobado en mis sesiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario