En 1989, Lou Reed editó New York, y para variar iba contracorriente de todo lo que era tendencia en ese momento, haciendo un disco de rock and roll, que además rememoraba con mucha clase los años de la Velvet Underground. Tanto letras como música, hacen del disco un álbum conceptual que recordaba a los primeros de ese estilo en los 70.
En el libreto hay una nota al oyente (éstas cosas ya no pasan) en la que le invita a que escuche los 57 minutos del tirón, en una sóla escucha, como si fuera un libro o una película, esa es una de las características fundamentales del bueno de Lou, música y letras íntimamente relacionadas y su alma metida en un coche alquilado en la parte de atrás.
Os dejo con el vídeo de Dirty Boulevard, tercer corte del disco, en una memorable interpretación en vivo.
Enorme versión en vivo!!
ResponderEliminarLa letra de esta canción es simplemente un milagro. Buena es poco.. dios.
Cheers.
Scott St.James: Simplemente deliciosa, con los arpegios de guitarra del principio ya se me pone la carne de gallina.
EliminarUna letra de un genio, así de claro.
Un abrazo.
Tremendo Savoy (la clavaste para mí y genial live). La carta de presentación de mi disco predilecto del Animal del Rock... el videoclip,la letra, los recuerdos que me traen... Piel de corral entero. Como más se asimila más escuece el tema my friend... y si Bob y Neil presentaron obras más que fructíferas el pasado año, por qué narices no podía quedarle también aún alguna bala en recámara al genio callejero de la big apple (aunque ello ya sea rebozarse en la pena, sí)... Esto es jodido (no me tocaba tanto el fallecimiento de un artista que admiro desde Strummer en 2002)... Abrazo guzzero.
ResponderEliminarGuzz: Gracias amigo, me ha parecido siempre brutal éste tema y lo que es mejor, define su estilo como pocos, Lou Reed en mucha de su extensión está aquí. Es que New York, es mucha tela, traspasa la obra normal, ya desde la portada, y lo que hace es llevarnos a una obra conceptual descomunal.
EliminarEs que como le decía ahora a Joserra, Reed está en nuestra esencia, en nuestras más entrañas y extensas influencias, por eso le estamos echando tanto de menos, aunque sus últimos años han sido erráticos discográficamente hablando, quizás porque no quería entrar en el club de la arruga, lo hecho antes es tan grande, que estará siempre en el olimpo.
Tranquilo amigo, pero me temo que nos esperan tiempos difíciles por la edad de muchos de esa generación, y has nombrado dos, pero hay más, no quiero ni pensarlo, a parte del añito que llevamos, como bien recordó ayer Evánder.
Un abrazo trufero.
Memorable, como dices. En cuanto a "New York", una obra maestra absoluta, quizá el mejor disco de los ochenta. A ver si le dedico una entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: Y tanto querido amigo. New York es un discazo tan grande como la Catedral de Burgos y León juntas, que ya es decir.
EliminarUn abrazo.