Roger Waters presentó en Madrid su visión de The Wall, que no nos olvidemos, es un disco de Pink Floyd, en el que él, tiene un peso muy importante, pero en el que los otros miembros del grupo también participaban, sobre todo un tal David Gilmour. Es un hecho que Roger tiene los derechos del Muro para explotarlos como le de la gana, y desde luego el espectáculo visual es enorme, el sonido espectacular, todo es un concepto musico-visual fantástico, con muchos más medios que hace 30 años. Pero en el aspecto musical, es dónde más se notan las diferencias, y ahí es dónde echo en falta a Gilmour.
El show, como el disco, se divide en dos partes. La primera parte, con todo un despliegue de banderas, imágenes, sonidos (tremendo el principio con helicópteros, aviones, etc...) es de un nivel muy alto. Destacan In the flesh?, Goodbye blue sky, Young lust y Mother. Another brick in the wall está bien, pero es ahí donde empiezo a echar en falta la guitarra de Gilmour, aunque en este caso, con el muñeco gigante del profesor y los niños cantando salva la papeleta honrosamente. El incesante derribo del muro y posterior reconstrucción está muy bien preparado.
El descanso se hizo hasta largo, pero es como en las representaciones teatrales, o El Circo del Sol, es un descanso que viene bien. Y empieza la segunda parte con Hey You, una obra maestra de canción bien desarrollada, pero donde no vemos nada, tapados por el muro, para mi es el gran fallo de la estética del concierto, hay un momento donde si aparece una imagen que destroza virtualmente El Muro, pero no se ve a los músicos. Me hubiese gustado ver algo más en esa canción. Y en este segundo acto, este disco en concreto, tiene dos joyas en las que se sustenta basicamente cualquier disco conceptual que ha pasado a la historia, y en este caso hablamos de Comfortably Numb y de Run like hell. Lo siento Roger, pero la interpretación de Comfortably Numb está a años luz de las que hacía Pink Floyd con Gilmour a la voz y la guitarra, me parece que poner una parte de la canción cantada grabada por Gilmour no está bien en un directo, por no decir que el guitarrista que lleva Waters, a pesar de hacerlo decentemente, está a miles de Km de calidad de Mr.David. Y de Run Like hell, hay que decir que es una canción dónde las guitarras gimen, y el sábado no las oí gemir, le pongo una aprobadillo flojete, pero ahí vuelvo a echar de menos a Gilmour, que le vamos a hacer. El final del concierto con todos juntos en plan Emir Kusturika fué gracioso, la verdad.
El concepto global es bueno, con bajones en temas importantes, pero si se uniesen Waters y lo que queda de Pink Floyd hablaríamos de palabras mayores.
Os dejo con vídeos del evento, para que os hagais una idea.