Como decía estos días, Myron Elkins procede de Otsego, Michigan, y el año pasado 2023 editó su disco de debut titulado Factories, Farms & Amphetamines, y que tiene como dato muy importante que fue producido por Dave Cobb (productor de gente como Rival Sons o Chris Stapleton) productor de Nashville, en el sello Elektra/Low Country Sound. Este disco, de muy buena calidad, es un soplo de aire fresco tremendo que tiene varios estilos que confluyen de manera fantástica, hay música de raíz americana, rock sureño, importantes gotas de country, soul e incluso blues, todo ello comandado por el extraordinario vozarrón de este chiquillo de 21 años, que dicho sea de paso suena como una voz ya currada de un tío veterano.
Su primera aparición data de 2020 con un EP de cinco temas titulado Just another asshole with a guitar, después de haber participado en un concurso y/o batalla del rock con otras bandas. Sus referentes están claros, le llama poderosamente la atención gente como Allman Brothers, Tom Petty, pero también hay cosas de Canned Heat por ahí e incluso en el lado soul influencias de Al Green. También se me emparenta con cosas de Robert Jon & The Wreck, solo un poco.
Su banda la componen Nathan Johnson al bajo, Jake Barlett a la batería, Caleb Stampfler a la guitarra principal (una especie de Buffalo Bill) y Avry Whitaker a la guitarra rítmica, mientras él canta (¡y como canta!) y toca también guitarra solista. El pasado sábado pude verle en directo y os aseguro que dobla o incluso triplica su propuesta del disco, en vivo son unas bestias pardas de dimensiones astrales, suenan como un auténtico tiro y me dejaron con un sabor de boca espectacular, ojalá vuelvan pronto.
Sugartooth comienza el disco, un boogie-rock de una calidad soberbia que coge ritmo y es realmente sensacional.
Os dejo con Sugartooth.
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